Refugiados sirios: una encrucijada política para Merkel
9 de noviembre de 2015Según círculos cercanos al gobierno alemán, los socios de coalición –la Unión Demócrata Cristiana (CDU), la Unión Social Cristiana (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD)- todavía no llegaron a un consenso acerca de las nuevas restricciones que podrían afectar a los refugiados sirios. El ministro del Interior, Thomas de Maizière, hizo pública una propuesta el viernes pasado que consistía en anular la decisión de noviembre de 2014 de otorgar rápidamente asilo a los refugiados sirios a través de un procedimiento breve. Pero durante el fin de semana, el ministerio del Interior tuvo que retractarse de esa declaración, algo bastante inusual. Ahora parece que De Maizière presentará una nueva propuesta a sus colegas de los estados federados en diciembre, y hasta ese momento no se tomará ninguna decisión al respecto a nivel político. El ministro creó confusión, y eso se hace sentir en la CDU y también fuera de ese partido, el de la canciller, Angela Merkel.
La presión va en aumento
La capacidad de acogida de refugiados de Alemania está agotada, según informan las alcaldías alemanas. Pero si un refugiado obtiene asilo, tiene derecho a traer a su familia, algo que genera cada vez más dudas entre la población y la clase política, especialmente dentro de los partidos conservadores CDU/ CSU, que dudan de que se pueda llevar a cabo el programa de traslado familiar. Hace muy poco se llegó a un acuerdo para calificar como “seguros” a los países de los Balcanes Occidentales. Si vienen a pesar de eso, los ciudadanos de esos países son trasladados a campamentos especiales y, luego de pocos días, se los deporta a su país de origen. Ahora, además de discutirse la verificación individual de las solicitudes de asilo de los refugiados sirios, también se habla de limitar el traslado de sus familias hacia Alemania. Angela Merkel aún no se ha pronunciado públicamente al respecto.
Señales hacia el exterior
El portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, anunció este lunes (9.11.2015) que hay una diferencia entre “derecho” y “realidad”. Y que las autoridades alemanas en todo el país están trabajando sin descanso en elaborar las solicitudes normales, que tienen prioridad. Por eso se debería aclarar, según Seibert, que las decisiones sobre una solicitud de traslado familiar hacia Alemania podrían demorar “mucho tiempo”, y que, en realidad, el traslado no se podría llevar a la práctica.
Con eso, el gobierno alemán envía una señal hacia el exterior advirtiendo que la capacidad de acoger refugiados es limitada, pero sin hablar de un límite concreto. Hace pocas semanas, sin embargo, todo era distinto y no se hablaba de esa demora en cuanto al traslado de las familias de los refugiados sirios. Parece que la oleada masiva de refugiados y el aumento de las críticas a la política de puertas abiertas de Merkel obligan al gobierno a corregir el rumbo. También la presión interna en la CDU es inmensa. El partido de la canciller se ha convertido en un hervidero. Ahora, la confusión creada por el ministro alemán del Interior sirve de maniobra distractora para los críticos de Merkel, que se centran en lo que él dice sin cuestionar el poder de la canciller. Desde fuera del partido, crece la presión de la extrema derecha. Según encuestas, el partido populista de derecha Alternativ für Deutschland (AfD), ya cuenta con un nueve por ciento de aprobación, mientras que la aprobación de la CDU bajó hasta alcanzar un 36 por ciento.