‘Relaciones envenenadas’
25 de septiembre de 2002De ganar las elecciones, el canciller Gerhard Schröder se separará de su ministra de Justicia, cuyas declaraciones desataron la peor crisis diplomática con Estados Unidos desde la post-guerra. Herta Daeubler-Gmelin, supuestamente comparó los métodos del presidente George Bush, con los del dictador Adolfo Hitler. Una carta de Schroeder dirigida a Bush, en la que el Canciller aclara el lamentable episodio y asegura que "nadie que compare al presidente estadounidense con un criminal, tendrá cabida en su gabinete" fue recibida en Washington con frialdad.
"Recibimos una carta" dijo un portavoz de la Casa Blanca, pero declinó hacer comentarios. La Consejera de Seguridad Nacional estadounidense, Condoleezza Rice, afirmó en una entrevista al diario londinense ‘Financial Times’, que después de una serie de declaraciones anti-estadounidenses durante la campaña electoral alemana, el clima en las relaciones bilaterales ‘está envenenado’. Rice dijo que la Casa Blanca estaba molesta con la crítica del canciller Schroeder a la posición de Washington frente a Irak.
‘Bush estaría en la cárcel’
La ministra socialdemócrata dijo en una conversación con sindicalistas en Tubingia –ella lo niega, testigos lo confirman- que George W. Bush utiliza la guerra para desviar la atención de los problemas internos, ‘eso lo conocemos nosotros, lo mismo hacía Hitler’. Además dijo que Bush estaría hoy en la cárcel si en su época de directivo de compañías petroleras, hubieran tenido vigencia las leyes que ahora se aplican contra el tráfico de influencias.
"¿Cómo se puede pronunciar el nombre de Hitler y el del presidente de Estados Unidos en una misma frase?" pregunta Condoleezza Rice, y sobre todo "¿cómo es posible eso de boca de una ministra alemana, después de que Estados Unidos liberara a su país de Hitler? Se ha creado un ambiente envenenado en Alemania", afirma.
En Alemania las supuestas declaraciones de la Ministra han provocado una ola de llamados a que renuncie, la oposición conservadora acusa al gobierno de aislar a Alemania e incluso amenazar sus exportaciones.
La política alemana se decide en Berlín
El canciller Gerhard Schröder niega toda cooperación a Washington en una posible intervención militar contra Irak, con aval de las Naciones Unidas o sin él. De lanzarse EEUU en una operación en solitario, el candidato conservador a las elecciones, Edmund Stoiber, niega al Ejército norteamericano el uso de las bases aéreas en Alemania, de obtener él la victoria. Los conservadores se han visto obligados por el discurso de Schröder a seguir un tono parecido, expresando lo que la población en realidad piensa y quiere escuchar de sus políticos.
En la prensa norteamericana se pide poco menos que la devolución de los fondos del Plan Marshall y la ruptura de contactos con el aliado traidor y desagradecido al que liberó de Hitler. En las representaciones diplomáticas de Alemania en Estados Unidos, el personal se ha visto bombardeado con e-mails de iracundos estadounidenses que anuncian que cancelarán sus viajes a Alemania y amenazan con boicotear productos alemanes.
Una buena parte de los mensajes son insultantes, "Que haya voces críticas a lo que sucede en Alemania es normal" dijo un diplomático alemán, "pero no recuerdo que haya habido jamás esta cantidad de mensajes y llamadas de contenido tan negativo".
Se disputan los votos
El estilo unilateral de la Administración Bush ha deteriorado durante los últimos dos años las relaciones de Estados Unidos con Europa, y sobre todo son los ciudadanos europeos quienes no comparten el belicismo del presidente texano.
"El Oriente Medio e Irak necesitan mucho una nueva paz, no necesitan una nueva guerra", dijo Schroeder el sábado, provocando vítores de una multitud de 5.000 personas en el centro de Rostock, en el noreste de Alemania. El Canciller dijo que Alemania tenía derecho a confiar en su política internacional, pues ha demostrado su disposición a tomar parte en la línea del frente en aras de la paz. "Los asuntos fundamentales de la política alemana serán decididos en Berlín y no en otra parte", afirmó.
Su rival, Edmund Stoiber, asistió a la inauguración del festival de la cerveza Oktoberfest en Munich, como primer ministro del rico estado sureño de Baviera. "El gobierno ha aislado completamente a Alemania mediante su política exterior", dijo, criticando la posición de Schröder ante Irak.
Los primeros conteos mostraron que la diferencia entre el SPD y la oposición conservadora integrada por Demócrata Cristianos y Social Cristianos, CDU y CSU, es demasiado pequeña para predecir un vencedor.