Crímenes coloniales: ¿pagar y guardar silencio?
31 de mayo de 2021Más de 100 años después de la masacre por parte del colonialismo alemán en Namibia, el Gobierno alemán reconociólas atrocidades cometidas contra las etnias herero y nama como genocidio este 28 de mayo.
"Creo que debemos tener mucho cuidado cuando hablamos de reparaciones", dice la investigadora sobre temas coloniales en la Universidad de Bristol Olivette Otele, en entrevista con DW. Sería mejor hablar de "justicia restaurativa", afirma.
Cuando se trata de reparaciones, Otele no piensa en pagos puntuales, sino en medidas para afrontar los traumas del pasado y tratar de compensarlos de una forma u otra, en áreas como la educación o la salud en los países antiguamente colonizados.
Bélgica y el Congo
A principios del siglo XX, millones de congoleños fueron asesinados y mutilados bajo el reinado de Leopoldo II. No fue hasta 2020, 60 años después de la independencia del país, que el rey belga Philippe I envió una carta al Gobierno de Kinshasa expresando su "más profundo pesar por las heridas causadas en el pasado".
Italia y el Norte de África
Italia se disculpó oficialmente por sus crímenes coloniales en el norte de África en la primera mitad del siglo XX solo en 2008, cuando el entonces primer ministro, Silvio Berlusconi, visitó Libia. Berlusconi acordó con el entonces gobernante libio, Muammar Gaddafi, pagar cuatro mil millones de euros para proyectos de infraestructura.
Sin embargo, fue más un trato que una reparación, ya que Libia prometió a cambio exportar más petróleo crudo a Italia y evitar que los refugiados cruzaran el Mediterráneo.
Portugal y la trata de esclavos
Los marineros portugueses fueron los pioneros de la trata transatlántica de esclavos. Muchos portugueses se sienten aún orgullosos por la "osadía" de aquellos marinos y hacen la vista gorda ante su brutalidad. Se aferraron a los territorios ocupados durante mucho tiempo: Angola no se independizó hasta 1975.
500 años después, se ha planeado inaugurar el primer monumento a las víctimas del colonialismo. El debate sobre el pasado aún divide al país.
Holanda en el sudeste asiático
En 2020, los Países Bajos indemnizaron por primera vez a las víctimas de la violencia colonial en Indonesia. Se trata de pequeñas sumas de dinero para los descendientes directos.
Los Países Bajos, en general, se niegan a pagar reparaciones. Desde entonces, el Gobierno se ha disculpado por la violencia que sus tropas cometieron en Indonesia, sobre todo en la década de 1940, donde miles de hombres indonesios fueron asesinados. En marzo de 2021, el rey Willem Alexander se disculpó oficialmente por lo sucedido entonces.
Francia, "innegables actos de violencia”
Durante una visita a África en 2017, el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió la reconciliación entre las antiguas potencias coloniales y los países colonizados. Rechazó las reparaciones económicas.
En una entrevista televisiva dijo que era "ridículo" que Francia "pagara subsidios o compensaciones" por la era colonial. Al mismo tiempo, calificó los actos de violencia cometidos por las potencias coloniales europeas de "innegables”. En 2001, Francia aprobó una ley pionera que clasifica la trata de esclavos como un "crimen de lesa humanidad”. La guerra de independencia en Argelia, por otro lado, divide a la esfera política francesa. "El debate está estancado en el tema sobre justicia compensatoria", señala la historiadora Otele.
Gran Bretaña y el Imperio
Londres también rechaza la idea de reparaciones o compensaciones económicas. Durante su visita a la India en 2013, el entonces primer ministro, David Cameron, se disculpó por la masacre de Amritsar en 1919. Al mismo tiempo, sin embargo, enfatizó: "Creo que hay mucho de lo que estar orgulloso, de lo que ha logarado el Imperio". En 2021, según las encuestas, el 43 por ciento de los británicos comparte aún esta opinión. En casos individuales, el Gobierno británico pagó una indemnización, por ejemplo, a las víctimas de la represión violenta de los llamados levantamientos de Mau Mau en Kenia, en la década de 1950. Pero, en general, la Gran Bretaña oficial sigue aún estancada en el pasado, cree Olivette Otele.
Olivette Otele no cree que haya ejemplos buenos o malos en este debate. "Tenemos que aprender a vivir juntos involucrándonos constantemente”, resume la historiadora.
(rmr/ers)