“Retomar un diálogo cargado de futuro”
22 de marzo de 2015"Esta es una visita simbólica para retomar un diálogo importante y cargado de futuro”, dijo a la prensa Federica Mogherini, Alta Representante para la Relaciones Exteriores de la Unión Europea antes de viajar hacia La Habana.
“Tenemos un relación larga y amplia de diálogo y de cooperación. “El principal objetivo es darle impulso político a nuestras relaciones. En un tiempo en que Cuba enfrenta cambios, la UE como socio puede acompañarlos de la mejor manera”, anunció la diplomática europea. En su visita, de dos días, la exministra italiana de Asuntos Exteriores se encontrará con su homólogo cubano, Bruno Díaz, con quien ya había conversado en la reunión de la CELAC en Costa Rica. “Ahora el diálogo se da en su país”, acotó.
Momento crucial
La primera visita de un representante europeo de alto nivel en más de seis años se da en un momento especialmente observado en las relaciones internacionales, es decir, después del histórico anuncio de que Estados Unidos y Cuba volverían a dialogar tras más de más de medio siglo.
Entretanto, tres rondas de negociaciones y visitas de alto nivel van cimentando la impresión de que se va acercando el día de la “normalización” de las relaciones de La Habana con su archienemigo Washington y el fin del embargo.
Presentes, a pesar de sanciones y posición común
Los europeos, por su parte, a pesar de la posición común de diciembre 1996 hacia Cuba, que vincula toda relación con la isla caribeña a su apertura democrática y al respeto a los derechos humanos, jamás dejaron de comerciar con Cuba e invertir en la isla.
“No se sabe bastante, pero la UE y sus Estados miembro son actores importantes en los ámbitos de comercio e inversión con Cuba. La UE es el primer inversor en Cuba y su segundo socio comercial”, subrayaba la Alta Representante de la UE.
Efectivamente, según cifras de Eurostat, el comercio entre Cuba y el bloque europeo –cuyos gobiernos sí tienen acuerdos bilaterales de comercio e inversión con la isla- ha crecido constantemente en los últimos cinco años. En este momento, el 21,9 por ciento de su comercio se hace con la UE (superado por Venezuela, con el 32,6 por ciento).
Pero a pesar de la continuidad de la presencia europea, al parecer, Estados Unidos va más rápido que la UE en sus negociaciones. Después de que en noviembre de 2012 el Consejo de la UE abriera la búsqueda de vías para dialogar con Cuba, en mayo de 2014 se dio la primera ronda de negociaciones para un acuerdo de cooperación y diálogo político. En agosto de 2014 tuvo lugar la segunda y apenas en febrero de 2015, la tercera.
“No se trata es una competencia entre los Estados Unidos y la UE. En diciembre acogí con gran satisfacción la noticia, dije que un muro empezó a caer. La presencia europea sea política, económica o de cooperación es suficientemente sólida para mantenerse y desarrollarse en paralelo”, respondió sobre este asunto Mogherini, puntualizando: “Preferimos un buen acuerdo a un acuerdo rápido”.
Cooperación que viene de lejos
Entre 2003 y 2008 la cooperación bilateral con Cuba fue suspendida por deseo de La Habana. La UE le había impuesto sanciones diplomáticas por condenas a disidentes y fusilamientos sumarios. Estas sanciones se levantaron oficialmente apenas en 2008. No obstante, en 2005 el comisario europeo de Desarrollo, en ese entonces Louis Michel, visitó la isla.
Su presencia se repitió en marzo de 2009 –después de que la terrible temporada de ciclones golpeara con fuerza la frágil economía cubana y de que Fidel Castro pasara el poder a su hermano Raúl. Hay que resaltar que, aun en los momentos de mayor tensión, la UE nunca ha dejado de incluir a Cuba en sus programas regionales y de asistencia.
El lío con la “posición común”
Con todo, la posición común sigue vigente y para levantarla se requiere del voto unánime de todos los Estados miembros del Consejo Europeo. Según se vea, el que la UE lanzara la negociación de un acuerdo de cooperación con el Gobierno de Raúl Castro significó la muerte de facto de esa medida sancionadora. Aparte de haber sido el producto de una traslación de la política española a Bruselas, especialistas de la UE la explican como un fósil de los tiempos en que la UE daba sus primeros pasos en el terreno de una política exterior común.
“Se ha quedado olvidada en una mesa”, comentaba un alto funcionario europeo. Y aunque no ha dado ningún resultado, es una piedra de toque en las relaciones con La Habana. Disidentes cubanos presentes en Bruselas hace pocas semanas, por ejemplo, seguían siendo de la opinión de que no debe levantarse la posción común mientras no haya más avances en la liberación de presos políticos, por ejemplo. Por otro lado, así fuentes europeas, en el Consejo a nadie parece importarle ya.
“La UE siempre buscará el diálogo, no la confrontación”, decía la diplomática europea, que se reunirá entre el 23 y el 24 de marzo también con el arzobispo de la Habana –gestor junto con el exministro español Moratinos de la liberación de presos políticos- y con miembros de la sociedad civil.
“Negociamos un acuerdo para el diálogo político y la cooperación. Y la promoción de los derechos humanos y las libertades son fundamentales para esta relación. No hay tópicos tabú, es un diálogo fuerte”, concluyó Mogherini.