Rompiendo tabúes en aras de la seguridad
2 de julio de 2007La canciller alemana, Angela Merkel, fue la encargada de presentar el nuevo programa con los postulados básicos de su partido, la Unión Cristiano Demócrata (CDU). Aunque lógicamente el documento engloba muchos aspectos, fue uno el que llamó la atención particularmente: los cristianodemócratas consideran que las Fuerzas Armadas alemanas (Bundeswehr) deberían poder actuar también dentro del país, un asunto que ha sido tabú desde la fundación misma de la República Federal de Alemania. La razón es de índole histórica. Tras la nefasta experiencia del régimen nazi, la intención de reforzar el carácter democrático de la nueva república se tradujo también en la estricta separación de las tareas policiales y militares.
Nuevas categorías en la era del terrorismo
Merkel y su equipo estiman, sin embargo, que los tiempos han cambiado y hay que actuar en consecuencia. "La vieja división entre seguridad interior y exterior es cosa del pasado", opinó la gobernante germana, subrayando que a más tardar desde el 11 de septiembre de 2001 hay que pensar en otras categorías. "Sólo si aplicamos verdaderamente esta nueva manera de pensar, la libertad y la seguridad se mantendrán en un sano equilibrio ante esta nueva amenaza", indicó.
En el programa de la CDU se plantea que el concepto de seguridad para reforzar la defensa del país incluye también a la Bundeswehr. "En situaciones especiales de peligro, debe ser posible que actúe dentro del país" indica el documento, añadiendo que los militares deben poder poner en práctica sus capacidades para conjurar el peligro terrorista, complementando a la policía "dentro de límites establecidos".
Amplia resistencia
Tales ideas resultan inaceptables para otros partidos. Las críticas surgieron espontáneamente en las filas de la socialdemocracia (SPD), integrante de la coalición de gobierno, donde se aseguró que no permitirán semejante cosa. El vicepresidente de la bancada socialdemócrata, Fritz Rudolf Körper, llegó a calificar de "pérfida" la forma en que la CDU instrumentaliza políticamente el peligro terrorista. También los liberales y los Verdes se mostraron contrarios a la iniciativa y celosos de resguardar los derechos y libertades ciudadanas.
La oposición y los co-gobernantes socialdemócratas se resisten también a la idea de incrementar las posibilidades de intervenir teléfonos fijos, celulares y comunicaciones electrónicas, como lo demanda el ministro de Interior, Wolfgang Schäuble. Lo único que parece encontrar terreno más fértil en el SPD es la propuesta de Schäuble de incrementar la vigilancia con cámaras de video en la vía pública. Porque no sólo la CDU está consciente de que la amenaza terrorista también pende sobre Alemania, más que nunca después de lo que acaba de ocurrir en Gran Bretaña.