Rusia y la nueva constelación geopolítica
3 de enero de 2006
Le Monde, de París, señala: "Esta es la primera declaración de guerra del siglo XXI. Un país cortó el suministro de energía a otro, porque éste no se doblegó a sus dictados. Rusia, el mayor productor de gas del mundo, pulsó el botón del arma del gas. Con el auge de consumidores gigantescos como China e India, las materias primas se han convertido en un arma económica de disuasión, si no de exterminio. Se perfila una nueva geopolítica, que pone a países productores como Rusia en una posición de fuerza e induce a compradores como China a una diplomacia tendiente a asegurar su abastecimiento. Europa se encuentra en el bando de los consumidores y está preocupada, con razón. Por el momento no se teme una escasez. Kiev promete no desviar a sus tuberías gas destinado a Europa. Eso constituiría una ruptura de los tratados comerciales, con lo cual se internacionalizaría el conflicto. Ucrania no está interesada en ello. Pero es natural que Kiev intente por todos los medios conseguir la ayuda de Europa contra el oso ruso.
Dependencia europea
Il Messagero, de Roma, comenta: "Esta es una clara advertencia dirigida a todos los países de la ex Unión Soviética. Ellos habrán de sopesar minuciosamente las consecuencias que tendría una eventual salida de la esfera de influencia y el establecimiento de nuevas alianzas con Occidente. Es una jugada peligrosa, que inquieta a todos los países industrializados y en especial a los de Europa. Porque la dependencia europea del abastecimiento energético ruso es muy fuerte. En los últimos años, los países europeos mostraron una inquietante docilidad ante las discutibles decisiones de la Rusia de Putin en materia de política exterior e interna. Pero sería miope y peligroso que Europa prosiguiera por este camino en vista de los acontecimientos de estos días.
"Energía es política"
De Volkskrant, de La Haya, apunta: "Al comienzo del siglo XXI, el papel de los países árabes parece haberse traspasado a Rusia, que se ha convertido en el mayor productor de gas del mundo, y en el segundo de petróleo, tras Arabia Saudita. Lo que valía en 1973 sigue siendo válido: energía es política. Sin energía no funciona ninguna economía y se paralizan los engranajes de la sociedad moderna. Quien controla el grifo del gas y del petróleo, tiene en sus manos un arma poderosa. Una cuarta parte del gas que se consume en Europa proviene entretanto de Rusia, y la tendencia es al aumento. Probablemente no habrá que pagarlo únicamente en dólares."