Río +20: el corazón de la economía verde
18 de junio de 2012La sociedad es cada vez más consciente de que se enfrenta a importantes desafíos medioambientales. En este contexto, la próxima cumbre de la Tierra +20 de Naciones Unidas, que se celebra del 20 al 22 de junio en Río de Janeiro, pretende dar respuestas a la creciente preocupación de los estados, las organizaciones no gubernamentales y los ciudadanos por la salud de nuestro ecosistema. Con la preservación de la Tierra como telón de fondo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) es la encargada de inaugurar esta cumbre medioambiental. Así, a través de una conferencia, un grupo de expertos debate hoy (18.06) la importancia de la industria forestal en el seno de la economía verde y el desarrollo rural de los pueblos. En entrevista con DW, Eduardo Rojas, subdirector general de FAO y máximo representante del departamento forestal del organismo, explica en qué consiste este nuevo modelo económico centrado en los bosques como principales protagonistas .
¿Qué es la "economía verde"?
Las pruebas son evidentes: la actual “economía marrón”, establecida en las últimas décadas como modelo de producción predominante, ha permitido un gran crecimiento económico global, pero a costa de agotar las riquezas naturales. Frente a este modelo, Naciones Unidas propone reverdecer la economía. En este sentido, la “economía verde” pretende integrar factores ambientales y sociales a los sistemas de producción. “La reducción de emisiones de carbono, el aprovechamiento de los recursos naturales y la mejora de las condiciones de vida de la sociedad” son alguno de los objetivos que se propone alcanzar este tipo de modelo, comenta Rojas.
El subdirector de FAO enfatiza la importancia de la industria forestal de cara a un desarrollo sostenible. Así, los bosques son para la "economía verde" lo que el corazón para los seres humanos. De hecho, no sólo mitigan el efecto invernadero como sumideros de de carbono, sino que además representan una fuente de provisión clave para los productos biológicos o la bioenergía. “El 9% del total del consumo energético procede de los bosques, especialmente en países en vías de desarrollo, en los que el principal instrumento para cocinar es el horno de leña”. Además, desde FAO se constatan avances muy importantes en la industria forestal, que van más allá del mero uso tradicional de la madera. “En países como Canadá o el norte de Europa se da una mayor diversificación en este sector”, añade. De esta manera, comienzan a reverdecerse ciertos sectores industriales, a priori hostiles con el medio ambiente.
¿Qué aportan los bosques a la economía?
Rojas asevera que la "economía verde" reduce el riesgo medioambiental e incorpora una mayor riqueza para aquellas poblaciones locales ligadas al sector forestal. Los mayores avances en economía verde, según este experto, se están produciendo en los llamados “países desarrollados”, en los que la presión digital motivada por el abandono del papel como soporte del conocimiento ha movilizado la industria forestal. Por el contrario, América Latina sigue mostrándose renuente a abandonar su dependencia con el petróleo. Escuchamos a Eduardo Rojas.
Además de la industria papelera, el director forestal de FAO observa avances en ciertos sectores de la construcción, los cuales ya están invirtiendo en “proyectos verdes”, como la construcción biológica basada en la madera o el bambú como materiales clave. “A diferencia del cemento, estos materiales son mucho más resistentes a los movimientos sísmicos y al cambio te temperatura y presentan, además, una mayor neutralidad de carbono”, constata Rojas.
¿Es verde América Latina?
A pesar de que América Latina continúa presentando una gran dependencia de los derivados del petróleo, la industria papelera de Brasil destaca en la creación de productos innovadores. Además, Rojas remarca el avance de América Latina al reconocer el derecho de la población local a decidir sobre todo aquello que afecta a su ecosistema. “Desde FAO apoyamos el empoderamiento de la sociedad como garantía de sostenibilidad y de gestión adecuada”, asegura. En este contexto, Rojas afirma que, a pesar de que sigue habiendo conflictos entre la población local, el medio ambiente y la industria, estos son cada vez más reducidos en lo que atañe al sector forestal. Al mismo tiempo, el director forestal de FAO recalca la importancia de crear una unión más fuerte entre la comunidad local, la industria y el sector forestal. En este sentido, FAO apuesta por una gestión conjunta. “Es esencial crear asociaciones locales para reforzar la participación de la sociedad y de los mercados en la gestión del patrimonio forestal”, matiza Rojas.
No es verde todo lo que reluce
A pesar de que el término de “economía verde” es relativamente nuevo, no faltan las voces críticas que acusan a la ONU de querer idear una estrategia economicista incapaz de cuestionarse la noción de progreso ligada al crecimiento económico. Para los disidentes de esta corriente de pensamiento, este modelo busca reorientar las inversiones y la innovación tecnológica en dirección a la industria verde, sin analizar lo que, a su parecer, es el problema de fondo: las relaciones de explotación y dominación mundial. Al parecer, no es verde todo lo que reluce. La polémica en Río está servida.
Autor: Nuria García Reche
Editor: Enrique López