¿Salvando al rey de la selva?
13 de febrero de 2018Al caer la noche, unos intrusos acechan la propiedad de Lorra Sibanda en Zimbabue, que se encuentra al borde de un extenso paisaje lleno de matorrales. Al despertar al día siguiente, la mujer de 42 años encuentra los cadáveres cruelmente destrozados de su ganado vacuno y caprino.
"Cuando los oigo venir, normalmente por la noche, aviso a mi vecino para que venga y los mate”, cuenta Sibanda a DW. Sibanda se refiere a los leones que viven en el Parque Nacional de Hwange, limitando con su granja. Hoy día, podría tener más de 20 cabezas de ganado, según dice, que sería una impresionante reserva para la zona. Pero los voraces leones han reducido su inventario a sólo tres reses y seis cabras.
"Ahora podría estar ayudando a otros, pero soy yo la que necesita ayuda”, señala como consecuencia de los ataques de leones, que han destruido sus ingresos.
Es precisamente este tipo de conflictos entre humanos y animales lo que ha contribuido al colapso de las poblaciones de leones en África, según la ONG "African Lion and Environmental Research Trust” (ALERT), que se dedica a la conservación del león africano.
Dado que los animales se enfrentan a diversas amenazas, incluyendo la pérdida de hábitat y la caza furtiva, ALERT está tratando de aumentar el número de ejemplares con un programa piloto de conservación basado en recaudar dinero del turismo para criar leones y luego liberarlos en la naturaleza.
"Queremos repoblar diferentes regiones de África con leones, en aquellos parques nacionales donde la población haya disminuido drásticamente, o casi desaparecido”, explica Ngaatendwe Chemambo a DW, director de Antelope Park, un parque situado a unos 300 kilómetros al sur de Harare, capital de Zimbabue, donde ALERT tiene su sede central.
Turismo del león: ¿ayuda u obstáculo?
Entonces, ¿qué están haciendo para lograrlo? En la actualidad, alrededor de 113 leones viven en Antelope Park junto a elefantes, cebras, jirafas, diversos antílopes como el kudu, el impala, o el ñu y otros animales. Es una reserva privada de caza que ofrece a los huéspedes alojamiento y "experiencias con la vida silvestre” a cambio de una tarifa como, por ejemplo, encuentros con leones. Los ingresos de las actividades turísticas se destinan a los programas de conservación de ALERT, tales como la cría y la reintroducción de leones en la naturaleza.
La reserva ha sido objeto de críticas en el pasado. En 2008, el periódico británico "The Sunday Times” informó que más de 50 cachorros de león, criados allí, fueron vendidos a grandes compañías de caza mayor para ser abatidos por deporte. Los representantes de Antelope Park niegan ante DW haber estado involucrados en la caza de trofeos. Aun así, los servicios de turismo, cría y liberación que el parque ofrece abiertamente son controvertidos.
Un exhaustivo estudio de 2012 en "Oryx”, una revista científica de la editorial "Cambridge University Press” sobre temas de conservación, encontró que "los leones en cautividad no juegan ningún papel en la preservación de especies”, y que "los enfoques para la reintroducción ejemplificados por la "industria de encuentros con leones” no abordan las razones del declive de los leones in situ, ni son un modelo para restaurar las poblaciones de felinos amenazados en otros lugares”.
Organizaciones como ALERT, por otra parte, argumentan que los ingresos del turismo de "encuentros con leones” benefician a los esfuerzos de conservación de la naturaleza, ya que pueden intensificar la cría organizada, lo que a su vez conduce a la liberación de más leones en la naturaleza. Si no hubiera ingresos de esta fuente turística, no habría dinero en absoluto, según argumentan.
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Según Chemambo, los cinco leones – cuatro hembras y un macho – que pronto serán liberados en un parque nacional, aún sin nombre, de Zimbabue, hasta ahora no han tenido ninguna interacción con humanos, lo que ven como un pilar importante de su sistema.
"Si tiene éxito, lo llevaremos a otras regiones de África”, cuenta Chemambo, quien añade que ALERT está llevando a cabo un programa piloto similar en Zambia y mantiene conversaciones con el gobierno de Burundi, que también está interesado en aumentar su población de leones, severamente mermada, de esta manera.
¿Salvando leones para beneficiar a las comunidades?
Aunque la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasifica a los leones como "vulnerables”, en países como Sudáfrica y Zimbabue ha crecido su población en los últimos años.
Eso se debe en gran parte a los esfuerzos conservacionistas que incluyen a la comunidad local, según explica Tinashe Farawo, portavoz de la Autoridad de Gestión de Parques y Vida Silvestre de Zimbabue, en una entrevista con DW.
"En África, deberíamos hablar con una sola voz cuando se trata de la conservación de la vida silvestre y promover el uso sostenible en beneficio de las generaciones futuras”, dice Farawo, agregando que Zimbabue continuará promoviendo un método de conservación, cuyo objetivo es educar a la población local y proporcionarle señales tangibles de que la conservación tiene un efecto positivo para su comunidad.
El "uso sostenible” es una filosofía de conservación que permite la caza organizada de animales silvestres a cambio de una cuota. Así, un cazador puede pagar por disparar a un león, pero el dinero debe beneficiar a la comunidad local. Los ingresos derivados pueden destinarse, por ejemplo, a perforar un pozo, o a construir cercas alrededor de las granjas para proteger a los animales de pastoreo.
Con este enfoque se pretende que la comunidad local valore más a los animales en lugar de cazarlos de forma furtiva. Con ello, la gente entiende que puede obtener un beneficio directo de los animales y que no hay motivo para temerles.
Según los expertos, para que los programas de cría y liberación de leones funcionen, se deberían de acompañar de estrategias para convencer a la población rural sobre la importancia de la vida silvestre, ya que la gente tiene buenas razones para temer a los leones. "Cuando la gente ve a un león, o conoce a alguien cuyo rebaño ha sido atacado por leones, la primera reacción es matar a todos los leones”, cuenta Chemambo.
Un camino difícil por delante
Chemambo cree que en el futuro será aún más importante ganar el apoyo de la población rural africana para fomentar los programas de conservación y cría de leones, especialmente si la población actual de 1.200 millones de habitantes del continente se duplica para 2050, como prevé la Organización de las Naciones Unidas. Tal aumento de la población ejercería aún más presión sobre los hábitats de los leones, con una probabilidad mucho mayor de que los animales se encuentren con humanos.
Sibanda, sin embargo, permanece escéptica. La ganadera afirma que fue una de las que en Zimbabue se burló del frenesí mediático creado cuando el león Cecil fue presuntamente asesinado por un dentista estadounidense en la frontera del Parque Nacional de Hwange.
"Todavía me sorprende que la gente considere especiales a los leones. ¿Especial es para qué?”, se pregunta Sibanda. "He perdido una cantidad innumerable de cabras y vacuno por culpa de los leones. ¿Y ahora me dicen que quieren criarlos? ¿Por qué? Me parece totalmente insensato”, concluye.
Columbus Mahvung (AR/VT)