San Sebastian y el cine alemán

Desde la semana pasada, 17 películas de Europa, Latinoamérica, Asia y Australia concursan por la Concha de Oro. "This is Love" de Matthias Glasner, un drama de amor, es una de las once producciones alemanes que se pueden ver en el festival.

Se puede decir que con su película Matthias Glasner alimenta el cliché que se tiene de los alemanes no sólo en España: los alemanes aman las películas policiales y además les encanta examinar el alma. Mientras que en su película "Der freie Wille" (libre albedrío) se dedicó a investigar los sentimientos de un violador, en "This is love" investiga los de un pedófilo. Chris ama a una niña vietnamita de nueve años de edad a quien intenta liberar de las garras de la mafia de tratantes de blancas y en interminables careos habla a la comisaria alcohólica, Maggie, sobre sus deseos y heridas y ella a él de las suyas. Para el director estas confesiones íntimas son el tema principal de la película.

"... el amor lo puede destruir a uno, el amor no correspondido, el amor no vivido puede deformar a las personas, puede convertirlas en un monstruo. Esto me sorprendió mucho aquella ocasión en la que sentí problemas de amor de una manera que me cambió por completo. Tengo el sentimiento de que somos capaces de procesarlo casi todo menos esto. Nos descompone de una manera que realmente resulta interesante", explica el protagonista de la película en la cinta.

Prostitución infantil y pedofilia como trasfondo de un drama de amor. Se trata de una ruptura calculada de tabúes bastante fácil de adivinar, y no cubre las debilidades de la película. La historia de la comisaria que trata de ahogar su soledad y duelo por su esposo desaparecido con mucho coñac, y la del pedófilo salvador de niños no compaginan realmente, y una tormentosa secuencia ofrenda el final a la lógica.

Un exorcismo sombrío, un tono completamente distinto a los aportes simpáticos y cariñosos o movidos que se han presentado los últimos años en el certamen. El cine alemán no suele ser tradicionalmente uno de los imanes del festival, a diferencia del francés o argentino, pero es suficientemente interesante según el director del festival Mikel Olaciregui:

"Creo que el cine que se hace actualmente en Alemania se caracteriza por el gusto formal al riesgo. Los temas asemejan a los de otros países, pero desde el punto de vista formal es un cine muy moderno. Mostramos este año dos aspectos completamente distintos del cine alemán. El cine ya establecido en festivales como el de Matthias Glasner y una joven generación de cineastas que acaban de salir de las academias."

Las nuevas promesas

"Desperados on the Block" es el nombre de una película acabada de salir de las aulas, que se presenta en la sección Zabaltegui - New Directors. Tomasz Emil Rudzik cuenta en ella la historia de tres estudiantes cuyos caminos se entrecruzan con regularidad en el ascensor de su residencia estudiantil. Un estudiante de teología ruso que viola los diez mandamientos para obligar a Dios a mostrarse, un estudiante de matemáticas chino que se enamora de la escolar a la que le da clases, y un sordomudo que invita a la bibliotecaria de la que está enamorado a pasarse un día con él sin hablar. La idea es encantadora. La película, sin embargo, resulta un tanto simple pues deja demasiadas preguntas sin respuesta.

Miraz Bezar se concentra en un tema político de actualidad. El berlinés nacido en Ankara habla en la película filmada en coproducción con Fatih Akin „Min Dit - Die Kinder von Diyarbarkir“ (Min dit, los niños de Diyarbaquir) sobre el conflicto curdo en Turquía. Gülistan, de diez años, y su hermano Firat ven como sus padres son asesinados por un comando paramilitar. Los huérfanos deben sobrevivir en las calles de Estambul. Con sensibilidad y con imágenes simples y con una gran de sentido de dramaturgia y cambios sorpresivos, Miraz Bezir logra una parábola política que prescinde del final feliz, pero que de todas maneras despierta esperanza. Para Miraz Bezir la película era de gran importancia. Conjuntamente con un periodista, el director pasó varios meses en Turquía investigando para su película.

"Cada familia ha perdido a algún miembro y lo terrible es que no se habla de ello, no se tematiza, se sigue simplemente adelante como si no hubiera pasado nada. Y eso me tocó profundamente. Desde mi punto de vista era importante ver las cosas desde afuera, decir esto debe platicarse. Los implicados estaban felices de poder hablar, el que hiciera de esto una películas les interesó menos."

Visto con ojos de niño

Los niños que Miraz Bezar convocó en la calle tienen una presencia impresionante. Para el director estuvo claro desde un principio que la historia debía ser contada a través de sus ojos: "Con la figura de niños que son más "neutrales" se puede llegar a ambos bandos en conflicto. Muchos niños de las áreas curdas acaban en Occidente en donde se les ve como niños callejeros o pequeños criminales. Muchos desconocen cuál es la historia de violencia de estos niños. Esta fue también una de las intenciones: despertar cierta empatía, decir conoce la historia de estos niños" explica el director.

Miraz Bezar tendría muy buen uso para los 90 000 euros con los que está dotado el premio para los directores de nueva generación: casi todos sus actores trabajaron gratuitamente. "Min Dit", coproducción turco germana filmada en Turquía en idioma curdo demuestra también las fronteras de costumbres nacionales.

Once de las películas mostradas en San Sebastián fueron coproducidas o cofinanciadas por Alemania. Entre ellas encontramos tanto cine social latinoamericano así como la película en competición "Ten to Eleven“, un retrato de un coleccionista maniático de la directora turca Pelin Esmer. La industria del cine ahora en crisis sólo puede beneficiarse de tanta variedad.

Autor: Julia Macher/Claudia Herrera Pahl

Editor: Emilia Rojas