Schumacher: casi, casi...
28 de septiembre de 2003Digna de Hitchcock está resultando esta temporada de Fórmula 1. La carrera de este domingo no podía haber resultado más apasionante, y a estas alturas incluso se están entusiasmando ya quienes no comparten la fascinación por los motores y las tuercas.
Ocurre que hace ya mucho tiempo que no se veía una definición tan estrecha. De hecho, los seguidores del corredor alemán Michael Schumacher ya tenían puesto el champaña en el refrigerador, dispuestos a descorcharlo esta noche para celebrar una hazaña histórica: ganar por sexta vez el campeonato mundial de la reina de las categorías del deporte automovilístico. Pero muchos vasos quedaron vacíos la noche del domingo y los brindis no resultaron tan efusivos como algunos habían esperado.
Las porfiadas matemáticas
Aunque Schumacher logró la victoria en el circuito estadounidense, todavía no puede cantar victoria definitiva. Las matemáticas, que no perdonan, indican que todavía podría escapársele de las manos el cetro de esta temporada 2003. Kimi Räikkönen, quien quedó segundo, va 9 puntos a la zaga. En consecuencia, podría teóricamente arrebatarle la victoria final al piloto germano, en el último minuto.
Juan Pablo Montoya, en cambio, ha quedado relegado al tercer lugar en la clasificación general, viendo así esfumarse los sueños de ganar el campeonato mundial. Una decepción que no sólo los colombianos tendrán dificultades en superar, ya que jamás había estado tan cerca de lograr su meta. Schumacher, por su parte, subió al podio de ganador de la jornada en medio de la algarabía del equipo de Ferrari, que lo aplaudió a rabiar, sin hacer caso de las porfiadas estadísticas. En la próxima carrera posiblemente pueda coronar a su héroe como el mejor corredor de todos los tiempos, porque Schumi tendría que tener mucha mala suerte para no lograr el triunfo en Japón.