"Se necesita un bono especial para China"
20 de septiembre de 2012Frank Sieren vive desde hace una década y media en China y es un sinólogo reconocido en Alemania. El escribe una columna para el diario económico Handelsblatt y es autor de varios libros sobre China. Su último volumen, titulado El miedo a china, será publicado en chino próximamente.
Deutsche Welle: Señor Sieren, cuando la canciller alemana, Angela Merkel, y su homólogo chino, Wen Jiabao, se reunieron por última vez, el hombre fuerte de Pekín dejó a un lado la típica cortesía asiática y expresó sus dudas de cara al euro. Usted tiene contactos en el banco central chino. ¿Cree usted que los chinos se hayan resignado y perdido la confianza el euro?
Frank Sieren: No lo creo. Yo pienso que están realmente preocupados porque el euro es muy importante para ellos. A ellos les interesa contar con una moneda que le haga contrapeso al dólar estadounidense; el equilibrio tiene mucho valor para los chinos. La expresión de esa inquietud debería ser entendida más bien como una invitación a que las naciones europeas –sobre todo las más fuertes económicamente– resuelvan los problemas de su unidad monetaria lo antes posible.
¿Entienden los chinos por qué Europa no ha resuelto ese problema todavía?
Eso es difícil de entender hasta para los especialistas porque, desde afuera, uno tiene la impresión de que los europeos proceden de una manera que los perjudica, bien sea por acción u omisión. En circunstancias normales uno diría que los socios se unen más y se solidarizan los unos con los otros precisamente en tiempos de crisis. Pero, en este momento, ese no parece ser el caso de Europa. Ese comportamiento es muy difícil de entender en China, donde las provincias más ricas dan por sentado que deben ayudar a las más pobres.
Los chinos se enfrentan a un dilema: por un lado, a ellos les conviene ayudar al bloque comunitario para poner fin a la crisis de la eurozona. Pekín ha insistido en que quiere extenderle la mano a Europa y ya ha comprado cantidades relevantes de emisiones de deuda pública. Pero, por otro lado, por razones de política interior, el Gobierno chino no puede darse el lujo de ver fracasar esa gran inversión; sobre todo después de las pérdidas que le ocasionó su reserva de dólares. ¿Cómo analiza China esta situación?
En caso de duda, el Gobierno chino dirá: ‘dejemos esto hasta aquí’. A mí me sorprende que los europeos no estén en capacidad de ofrecerles a los chinos un producto atractivo, un bono que equilibre la ponderación entre los países en crisis y los más estables. Porque los intereses de China y los de Europa coinciden en este ámbito. Ambas partes quieren que Europa salga fortalecida de esta situación, aunque sea por razones diferentes. Yo creo que si los europeos hicieran esta oferta, los chinos invertirían una gran suma en Europa.
¿Qué características tendría ese bono?
No sería un bono de los italianos o de los españoles, que pone todo el riesgo en manos de los chinos, sino un bono mezclado: un poco de riesgo español y un poco de confianza alemana, con las garantías de los franceses. De esa mezcla saldría una suerte de bono europeo que sería más balanceado y no obligaría a los chinos a apostar únicamente a los países más golpeados por la crisis. Lamentablemente, esa fue la recomendación hecha por el Gobierno alemán durante la última visita del primer ministro chino, Wen Jiabao. El lema era: ‘por favor, compren emisiones de la deuda pública italiana y española’. Pero eso es algo que el Gobierno chino no puede justificar de cara a sus propios ciudadanos.
Pero, lo que usted describe son los famosos eurobonos que, según Angela Merkel, no se emitirían mientras ellas estuviera viva…
Yo no los llamo ‘eurobonos’ precisamente porque ese término es sumamente controvertido; los unos gritarían ‘¡hurra!’ y los otros sacarían las navajas. Lo que yo describí fue un producto creado especialmente para los chinos; un eurobono con cualidades específicas. De todas maneras, a mis ojos, a los alemanes no nos va a quedar otra que pagar la cuenta de estas crisis. ¿Quién lo va a hacer si no nosotros? Además, en situaciones como esta, el lema es: mientras más rápido se pague, mejor.
Yo creo que el Gobierno alemán tiene razón cuando sostiene que sólo pagará si los países receptores de auxilios financieros cumplen sus compromisos. Pero yo creo que el momento en que se podían implementar reformas efectivamente ya pasó. De ahí que el Gobierno alemán se halle en este dilema. Y cuando el Banco Central Europeo decidió tomar cartas en el asunto parece haberle quitado la batuta a Berlín. Debemos tener claro que, cuando el Banco Central Europeo compra emisiones de deuda pública, está emitiendo eurobonos por la puerta trasera.
Autor: Zhang Danhong (ERC)
Editor: Enrique López