Secuestros y violencia, parte del paisaje afgano
19 de julio de 2007El ministerio alemán de Asuntos Exteriores informó en Berlín que continúa la búsqueda de los dos ciudadanos alemanes aparentemente secuestrados en Afganistán, así como de otras cinco personas que los acompañaban. Al mismo tiempo, se trata de establecer exactamente qué sucedió.
Versiones contradictorias
Mientras autoridades afganas hablan de "asaltantes", sus contrapartes alemanes sospechan que el secuestro pudo haber sido perpetrado por milicianos talibanes. El ministerio afgano del Interior confirmó que un incidente ocurrió en la provincia de Wardak, pero rechazó dar más detalles.
Entre tanto, voceros talibanes aseguraron que ninguna de sus unidades en las distintas zonas del país reporta la captura de extranjeros. La embajada alemana en Kabul y otras representaciones en lugares relevantes intercambian información sobre el caso. Pero, por el momento, los orígenes mismos del posible secuestro son motivo de confusión.
Alemania, pendiente
En Alemania, la opinión pública se encuentra particularmente sensibilizada ante incidentes como el que aparentemente ocurrió en Afganistán. A principios de este mes, otro ciudadano alemán y su traductor fueron tomados como rehenes en Afganistán, y liberados una semana más tarde.
El año pasado, dos periodistas alemanes murieron mientras realizaban un documental en tierras afganas. Las circunstancias del crimen nunca fueron esclarecidas del todo.
El peligro se extiende
En general, la situación en Afganistán ha ido tornándose más peligrosa tanto para las fuerzas de paz internacionales como para las organizaciones de ayuda humanitaria en la región.
Un informe de la Comisión de Defensa del Parlamento británico señala que la violencia se extiende a zonas relativamente más tranquilas como el norte del país, donde se encuentran estacionadas las fuerzas de paz alemanas.
Cerca de 3.200 militares forman parte del contingente germano. Cuentan con la asistencia de seis aeronaves de observación tipo Tornado, cuyo viaje a Afganistán fue aprobado el pasado 3 de julio luego de un enorme e intenso debate público.
La presencia alemana en el norte de Afganistán ha venido acompañada por reclamaciones de tonos diversos, exigiendo mayor apoyo a las tropas internacionales instaladas en el sur. Esta zona es considerada especialmente peligrosa y violenta.
El documento británico alerta sobre la intensificación de los ataques a cargo de fuerzas talibanes. En cambio, la milicia armada independiente encabezada por el antiguo primer ministro afgano, Gulbuddin Hekmatjar, proclamó que "los miembros del partidos islámico dejarán de matar a sus hermanos y de destruir al país, para emprender la vía política".