Sexo a los 80
4 de junio de 2008¿Usted hablaría con su abuela sobre sexo? Tal vez debería pensar en hacerlo. El dicho es conocido; más sabe el diablo por viejo que por diablo y 80 años no son pocos. La experiencia de campo acumulada en este tiempo no resulta despreciable como lo demuestra una de las expertas sexólogas de mayor renombre internacional.
En su octogésimo aniversario la Dr. Ruth Westheimer, alemana por nacimiento, sigue siendo una de las mayores eminencias en materia sexual. Da consejos a quién se los pida y la demanda es grande. No hay pregunta, por más picante que sea, que la mujer de 144 centímetros no responda con humor y sin tapujos.
Eyaculación y masturbación: temas internacionales
Pionera en el tema se hizo famosa cuando comenzó a participar en una emisión radiofónica en Estados Unidos en la década de los 70 hablaba sin el menor empacho sobre eyaculación precoz y masturbación. Pasó a la televisión donde conquistó a su público de la noche a la mañana. Un programa de radio de 15 minutos en el que se dedicaba a responder a las preguntas del público la hizo célebre más allá de las fronteras estadounidenses.
La señora Westheimer es una docente bien vista en las grandes universidades. Invitada frecuente en Yale y Princenton, y presente en canales de todo el mundo, mantiene aún hoy una agenda bastante repleta.
Ha escrito muchos libros y desde mayo de este año su última publicación dedicada a la vida sexual más allá de los 50 ha llegado a las librerías. En “Silver Sex” da consejos a personas mayores de 50 que bien pueden seguirse en cualquier edad: tomarse tiempo en la cama, evitar relaciones sexuales si se está cansado o ebrio y sobre todo jamás hacerlo sin las debidas precauciones.
Ruth Westheimer nació el 4 de junio de 1928 en Fráncfort del Meno. A los 10 años de edad fue testigo de la deportación de su padre, un empresario judío, a los campos de concentración nacionalsocialistas. Logró salvarse del Holocausto en Suiza en donde creció en un orfanato. Nunca más vio a sus padres y a su amada abuela. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial la joven adolescente partió rumbo a Palestina en donde luchó en la clandestinidad por la creación de un estado israelí, pero un ataque con granda puso fin a esta causa. Después de recuperarse de sus graves heridas partió rumbo a la Sorbona en París. En 1956 el Gobierno alemán le expidió un cheque de indemnización por un total de 5.000 marcos, capital suficiente para iniciar una nueva vida en Estados Unidos en donde contrae nupcias por tercera vez con su último esposo, Manfred Westheimer.
Lo más sabroso del mundo
Al principio, recuerda la señora Westheimer, ganaba 23 dólares a la semana por su asesoría. Pero el dinero, afirma, no fue jamás lo más importante. Su meta principal fue siempre el esclarecimiento que en Estados Unidos hacía mucha falta.
En realidad el secreto de una vida sexual plena es muy sencillo, sostiene Westheimer. No se requiere ser un goloso para gozar. Para una relación satisfactoria los ingredientes son sencillos: interés por la pareja y sus necesidades.
Aunque también los regalitos y pequeñas muestras de afecto ayudan a mantener el amor en su apogeo, no bastan. Para que la vida sexual funcione es necesario trabajar en la relación, combatir la rutina y el aburrimiento. Sólo con sorpresas y con variedad se mantienen vivas las relaciones y el apetito sexual. Todo lo que cauce placer está permitido.
Y por cierto la experta sexóloga acaba con un cliché: no existe un país que pueda presumir de tener a los mejores amantes. El amante perfecto no tiene nacionalidad, color o raza.