Efectos secundarios del tratamiento del sida
1 de diciembre de 2009En realidad, estamos hablando de un éxito de la medicina. Después de que los investigadores detectaron el virus del SIDA, en pocos años desarrollaron también medicamentos que permiten controlar su reproducción en el cuerpo. Aunque el SIDA no es curable, una infección con el virus VIH se puede tratar retrasando la irrupción de la enfermedad.
Con ayuda de la combinación de algunas sustancias se logra bloquear el virus. Estos medicamentos, sin embargo, tienen numerosos efectos secundarios. Al comienzo de un tratamiento, los pacientes se quejan de diarreas, cansancio, afecciones a la piel o problemas emocionales o nerviosos. Algunas sustancias, incluso, desestabilizan el metabolismo.
Entretanto, los médicos pueden escoger entre más de dos docenas de medicamentos para lograr la combinación más adecuada y benigna. Con ello, sin embargo, no todo está solucionado. Recientemente, los médicos han detectado que los pacientes que se han sometido por varios años a este tipo de tratamiento tienen un mayor riesgo de infarto cardiaco, problemas renales y su probabilidad de generar un cáncer crece.
El virus del SIDA envejece
Con todo, el riesgo de infarto o la mayor propensión a la diabetes no se pueden explicar sólo con los efectos secundarios de los medicamentos. A todas luces, el virus del SIDA causa muchos daños en el cuerpo: entre ellos, acelera el envejecimiento.
Pero, ¿qué es lo que acelera el envejecimiento? Probablemente sean las inflamaciones que se producen en el organismo. La causa de éstas hay que buscarlas en las células que no se multiplican, ahí también se ubica el virus. En caso de que sean activadas, las células liberan ciertos virus a los que el cuerpo reacciona con inflamaciones. También es posible que, con el VIH dentro, el cuerpo reaccione más a otros virus, como por ejemplo al citomegalovirus, el del herpes.
Otra posible causa de la inflamación latente puede encontrarse en los intestinos: al comienzo del contagio, el VIH ocasiona ahí estragos como la alteración de la mucosa. Al volverse los intestinos más permeables, ínfimas bacterias pueden llegar a la sangre.
Peter Hunt, catedrático de la Universidad de California, resume el fenómeno: “Aunque la multiplicación del virus se bloquee con medicamentos, muchos de nuestros pacientes manifiestan un envejecimiento prematuro. Y enferman de muchas cosas que no tienen que ver con el SIDA”.
Autor: Martin Winkelheide/ Mirra Banchón
Editora: Luna Bolívar Manaut