"Sin cambio de rumbo en China"
13 de marzo de 2013Deutsche Welle: Prof. Göbel, Xi Jingping y el nuevo buró político se harán cargo ahora también de los puestos politicos, después de tomar posesión en noviembre de los más altos cargos del partido. Xi Jinping asumirá entonces como presidente de la República y Li Keqianq como presidente del Gobierno. ¿Se puede deducir ya qué podemos esperar de estos nuevos dirigentes?.
Christian Göbel: Yo diría dos cosas al respecto. Primero no es cuestión de que tenga que pasar algo nuevo. La pauta a seguir o aquello que pase en los próximos años ya se decidió en los años anteriores. Un claro ejemplo es el nuevo plan quinquenal que tenemos desde 2011. Conocemos ya los planes para Tecnología e Innovación. Esas políticas continuarán. No habrá ningún cambio de rumbo. No obstante, en China siempre es interesante saber hasta qué punto las leyes establecidas se llevarán a cabo. Existe por ejemplo unas leyes medioambientales y de anticorrupción muy estrictas. La cuestión es si esas leyes se aplicarán..
A menudo se debate si con Xi Jinping llega un reformista. Ello significaría una apertura política, y quizás, más democracia y libertad. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Se afirma que Xi Jinping se ríe y es más desenfadado que su predecesor en el cargo, Hu Jintao. La prensa china dice que fue enviado al mundo rural y que por eso conoce muy bien la pobreza. Pero pienso que no es admisible que se deduzca algo solo por algunos aspectos biográficos. Otro factor es que alguien como Xi Jinping, como todos los dirigentes y miembros del buró político, ha recorrido ya un arduo camino. Quien logra sobrevivir a esto, demuestra que puede adaptarse bien al sistema y que conoce las reglas para perdurar en él.
¿Cuáles son los grandes retos para la nueva gestión política en China?
El primer reto es la creciente desigualdad. El desarrollo urbano y el rural deben emparejarse más. El proceso de urbanización debe gestionarse de tal manera, que ningún grupo implicado tenga desventajas. China debe lograr una mejor distribucíon de los ingresos y con ello fortalecer la demanda interna, lo que a su vez, fomentará la innovación. Después se debería combatir la corrupción y el nespotismo además de proteger el medio ambiente. A esto hay que añadir que en los últimos años tenemos una población mejor informada. El acceso a la información es mucho más fácil que hace diez años, sobre todo a través de Internet y de los blogs. Para el Gobierno ha sido muy difícil ocultar la información. Esto conduce a una situación en la que la población observa más que antes con lupa al Gobierno y también comenta con mucha rapidez la política gubernamental, sin que los censores puedan reaccionar a tiempo.
Usted había comentado que el medio ambiente es un gran problema. Éste es también un tema que afecta mucho a la capa media, que se da cuenta que el bienestar, adquirido a través de mucho esfuerzo, no lo es todo. La gente arriesga cada día su salud tan solo con ir de compras, ya que la calidad del aire es muy mala y además, los consumidores no pueden estar tampoco seguros de que la calidad de los alimentos sea buena.
En las ciencias políticas se diría que ha tenido lugar un cambio de los "valores de supervivencia", es decir, de aquellos valores que giran en torno a la pura supervivencia, hacia los llamados "valores de autoexpresión", o sea, se trata de algo más que tener para comida y vivienda. Esta transformación ha pasado en todas las sociedades industrializadas. Ahora por ello es un reto para el partido, porque la población sabiendo que tiene suficiente para comer y una cama donde dormir, se plantea otros objetivos.
Chistian Göbel es catedrático en el Instituto de Ciencias de Asia Oriental en la Universidad de Viena, Austria.