¿Somos también Neandertaler?
6 de febrero de 2009El genoma del Neandertaler será presentado próximamente en el simposio anual de la American Association for the Advancement of Science, la mayor conferencia científica interdisciplinaria del mundo, según informó el jueves (05.01.09) la revista científica británica “Nature”.
Un equipo en torno a Svante Pääbo, del Instituto Max Planck de Antropología de la Evolución, con sede en Leipzig, fue el que logró este hito científico. Se trata del mismo equipo que en 2006 ya había descifrado y publicado parte del genoma del Neandertaler.
El ácido desoxirribonucleico (ADN) descifrado proviene de un hueso de Neandertaler de 38.000 años de antigüedad, hallado en Croacia. El ácido desoxirribonucleico es una macromolécula que contiene la información genética usada en el desarrollo y el funcionamiento de los organismos vivos, es decir, la portadora de la transmisión hereditaria.
El desciframiento del genoma fue complicado, ya que el ADN se desintegró a lo largo de los milenios en elementos de unos 50 componentes cada uno. Normalmente, el ADN está compuesto por una combinación de tres mil millones de letras.
El proyecto ha costado hasta ahora unos cinco millones de euros. Su objetivo es comprobar por comparación con el ADN del Homo Sapiens si ambas especies se mezclaron. La cuestión es objeto de acalorados debates entre los científicos y decisiva para comprender el desarrollo de la especie humana.
El Hombre de Neandertaler y el Homo Sapiens pertenecen ambos al género Homo, es decir humano, pero son especies diferentes. El Neandertaler vivió en la era entre hace aproximadamente 160.000 años y hace 30.000 años. Los hallazgos más antiguos provienen de Croacia y fueron datados en unos 130.000 años de antigüedad.
¿Se mezclaron o no?
Los hallazgos se concentran en Europa Central y Meridional y el Oriente Próximo (Israel), pero también se encontraron restos en el norte de Irak, Uzbekistán y los Montes Altai, en Asia Central. La especie Neandertaler se extinguió hace justamente 30.000 años. Algunos investigadores incluso datan la extinción en una fecha más reciente, hace 24.000 años.
Una cuestión esencial es si ambas especies se mezclaron o no. Interesante para la ciencia es saber también por qué se extinguió el Neandertaler. Qué ventajas tuvo el Homo Sapiens en comparación con el Neandertaler no se ha aclarado hasta hoy.
Muchos científicos opinan que el Neandertaler no desapareció por ser “más primitivo” que el Homo Sapiens. En cuanto a fuerza física incluso era superior. Un hombre Neandertaler promedio tenía aproximadamente la fuerza de un levantador de pesas de hoy (con una altura de entre 1,65 y 1,75 metros), tal como se desprende del análisis de huesos encontrados y los correspondientes sectores de apoyo de tendones y músculos.
Las mujeres Neandertal eran un cinco por ciento más pequeñas que los hombres, pero igual de musculosas. Todo indica también que el Neandertaler no tenía una inteligencia menor que el Homo Sapiens, a juzgar por el volumen de su cráneo. Tampoco el legado cultural del Neandertaler tiene nada que envidiar el del Homo Sapiens de la misma época.
Calorías y madurez sexual
Una razón para la extinción del Neandertaler puede ser su sedentarización, en comparación con la vida nómada del Homo Sapiens. Hace 20.000 años hubo en el norte de Europa una era glacial, que hizo muy difíciles las condiciones de vida. Físicamente, el hombre moderno poseía una mayor movilidad y más resistencia para trasladarse a través de grandes distancias.
Como tenía una menor necesidad de calorías debido a sus reducidos músculos, necesitaba comer menos carne. La necesidad de calorías del Neandertaler debió ser, por el contrario, considerable, incluso sin moverse. La más ligera estructura física del Homo Sapiens, según la teoría, le aseguró su supervivencia, mientras que el Neandertaler se extinguió.
Decisiva para la supervivencia del Homo Sapiens pudo ser también que alcanza la madurez sexual más rápidamente que el Neandertaler, teniendo así más descendencia. Los investigadores estiman que una mujer Neandertaler daba a luz sólo cada cuatro años. Ello explicaría por qué el número de Neandertaler nunca fue muy grande. Modelos estadísticos demuestran que diferencias de unos pocos puntos por ciento bastan para que en un par de miles de años un grupo de seres humanos se diluya en otro o se extinga.
La posibilidad de que ambas especies se hubieran cruzado mientras existieron simultáneamente es objeto de acaloradas discusiones entre los científicos. Dilucidar la cuestión es posible sólo sobre la base un análisis genético. El estudio de Leipzig viene a llevar ese vacío.