Sudáfrica 2010: ganadores por adelantado
4 de junio de 2010El Campeonato Mundial de Fútbol está cada vez más cerca y, con él, la excitante pregunta sobre quién se llevará el título a casa. Empresas alemanas como Osram – una filial de Siemens – y la productora de equipos automotores MAN no han traído un título a casa, pero sí importantes contratos.
Los alemanes no saben aún si podrán festejar sus primeros goles el próximo 13 de junio, cuando el equipo nacional se enfrente a su primer rival. Pero Florian Hockel, ingeniero de Osram, se alegra por adelantado, independientemente del resultado de ese juego o del campeonato. Hockel se ocupa de que Schweinsteiger y compañía sean vistos en Durban “desde la perspectiva correcta”.
“Con los proyectores se trata, en primer lugar, de que los equipos de grabación de televisión y video dispongan de la calidad y cantidad adecuada de iluminación. Nosotros tenemos que crear en el terreno una potencia de iluminación similar a la que uno tendría normalmente en su puesto de trabajo en una oficina. Y esa iluminación debe alcanzarse desde una distancia relativamente grande: los proyectores cuelgan de sus mástiles por sobre las tribunas”, explica Hockel a Deutsche Welle.
LED: iluminación del futuro
La iluminación del estadio en Durban tiene características muy especiales, pues sobre el terreno de juego se extiende un arco de 350 metros de largo, sobre el que se han distribuido 15.000 diodos luminosos. Este diseño es, hasta ahora, único en el mundo. Pero, a largo plazo, la técnica de iluminación por LEDs se impondrá también para las arenas deportivas, asegura el ingeniero de Osram.
Los diodos luminosos (LED) son más ahorrativos y robustos, con una “esperanza de vida” más elevada en comparación con otras técnicas de iluminación. “Este es, naturalmente, uno de los argumentos que justifica su instalación en el estadio de Durban. Las luces están allí a cientos de metros de altura, así que su mantenimiento y recambio sería complicado y costoso”, comenta Hockel.
Buses alemanes, infraestructura sudafricana
Pero antes de que los fanáticos puedan celebrar los bien iluminados juegos, tienen que conseguir llegar al estadio. De eso se encarga, por ejemplo, MAN. Puntualmente antes del Mundial, la constructora buses de Múnich proveyó a la empresa estatal de transporte sudafricana con 110 autobuses para largas distancias. Sobre 310 caballos de fuerza “cabalgarán” ahora los fanáticos del fútbol a través de las calles sudafricanas.
La infraestructura del país representa un gran reto para MAN. Las vías, por ejemplo, no fueron construidas o no se conservan en condiciones óptimas en todas las regiones. En Sudáfrica, los vehículos de transportación masiva deben ser robustos y duraderos. Por eso MAN ha montado sus buses sobre un soporte de vehículo pesado. Gracias a ello, el motor se ubica en la parte delantera y el autobús cuenta con una armazón maciza y estable.
Una desventaja de este concepto es que el piso del vehículo queda elevado. Así que el confort es un criterio secundario: los pasajeros tienen que abordar el transporte a través de rampas más altas y en ocasiones más estrechas.
Ventaja de mercado
MAN no ha llegado de pionero al Mundial. Entretanto la empresa tiene una experiencia de casi 41 años en Sudáfrica. “Tenemos en el país una cuota estable de mercado de un 30 al 40 por ciento. Somos líderes desde hace muchos años, justamente gracias a nuestro concepto de un robusto motor delantero”, dice el gerente de MAN, Franz von Redwitz. La empresa se ha planteado una y otra vez replantear el concepto, si cambiasen las condiciones. “Pero a causa de las malas experiencias de durabilidad, especialmente en regiones rurales, nuestro concepto sigue siendo adecuado y nuestra tecnología se mantendrá todavía por muchos años, tanto en Sudáfrica como en otras regiones del sur de África”, asegura Redwitz.
Este continuado éxito de mercado de MAN se basa no sólo en la solidez de su producto, sino además en la ventaja de involucrar al cliente en el desarrollo de los nuevos conceptos, dicen sus ejecutivos. “Lo bueno en Sudáfrica es que uno sólo tiene pocos grandes clientes, que cuentan con 500, 1.000 o más buses. Con ellos nos fuimos al campo varias veces por un fin de semana y discutimos qué producto querían”, cuenta Günter Wahl.
En tales encuentros salen a relucir los más variados deseos, desde la cabina a prueba de balas para Kapstadt, hasta el autobús lavable de Port Elizabeth. Los buses han sido desarrollados especialmente para Sudáfrica y tras el Mundial serán insertados, por ejemplo, en el transporte público de Johannesburgo, e incluso – más adelante – en la red de autobuses de calles sudafricanas a cientos de miles de kilómetros de la capital.
Autor: Ernst Weber / Rosa Muñoz Lima
Editor: José Ospina Valencia