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Susana Malcorra: la carta argentina a la ONU

Victoria Dannemann (ER)18 de julio de 2016

A pesar de su experiencia como Jefa de Gabinete de Ban Ki-moon, un complejo escenario enturbia la postulación de la actual Canciller argentina para la Secretaría General de la ONU.

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Argentinien Regierungskabinett Susana Malcorra Außenimisterin
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Fernandez

Cara nueva en la política argentina, Susana Malcorra ha cultivado un bajo perfil. Hasta hace siete meses era prácticamente una desconocida en su propio país. Llevaba 12 años trabajando en las Naciones Unidas –los últimos cuatro como Jefa de Gabinete de Ban Ki-moon- cuando el recién electo presidente Mauricio Macri la nombró Ministra de Relaciones Exteriores el 10 diciembre de 2015.

Antes de su paso por la ONU, esta ingeniera electrónica de 61 años, oriunda de la ciudad de Rosario, casada y con un hijo, había trabajado 25 años en el sector privado, la mayor parte en IBM y luego en Telecom Argentina, de la que llegó a ser Directora Ejecutiva.

Malcorra llegó a la ONU en 2004, durante el período de Kofi Annan, para trabajar como Oficial Principal de Operaciones y Directora Ejecutiva Adjunta del Programa Mundial de Alimentos. En mayo de 2008 fue designada titular del recién creado Departamento de Apoyo a las Actividades en Terreno, para proveer apoyo administrativo y logístico a las operaciones de Naciones Unidas, como tareas de mantenimiento de la paz y misiones políticas especiales.

Cuatro años después asumió como Jefa de Gabinete del Secretario General. Como tal, supervisó asuntos como la respuesta operativa a la crisis del Ébola en África Occidental, la Eliminación del Programa de Armas Químicas en Siria y las negociaciones para la paz en el Congo.

La carta de Macri


Tras más de 10 años en nueva York, regresó ante el llamado de Macri, lo que sorprendió a muchos, pues no se le conocía interés en la política partidaria. Unos meses después, el presidente la presentó para suceder a Ban Ki-moon. "Este cargo, que hace 24 años que no se ejerce por un líder latinoamericano, nunca se ejerció por una mujer. Creo que llegó el momento, por la tradición que tiene la mujer en Argentina", destacó Macri en su carta de postulación.

En un inédito debate realizado entre los candidatos, Malcorra apeló a dos cartas por las que es conocida: empatía y liderazgo. "El mundo demanda hoy unas Naciones Unidas más cerca de la gente, mucho más cerca, que pongan a la gente y al planeta al frente, y estén impulsadas por la realidad de los temas y la necesidad de entregar resultados", indicó la canciller.

Sobre temas como la guerra civil en Siria, el cambio climático o la desigualdad económica, aseguró tener la experiencia y la capacidad para enfrentar estos desafíos: "Necesitamos un líder que tenga inspiración, humildad para escuchar y obsesión por lograr resultados".

A pesar de las simpatías que despierta la posibilidad de ver a una mujer por primera vez en la Secretaría General, lo cierto es que otras cinco candidatas le hacen pelea. Asimismo, y aunque no existe norma al respecto, sería hora de que un representante de Europa del Este ocupara el cargo. En ese sentido, la búlgara Irina Bokova, directora general de la Unesco, le lleva ventaja.

Macri y Malcorra, en Berlín.
Macri y Malcorra, en Berlín.Imagen: DW/E. Usi

Duras acusaciones


La campaña de Malcorra se ha visto empañada por una serie de acusaciones. Sus críticos le enrostran haber liderado recortes de sueldos y despidos masivos durante su paso por Telecom. Pero, aún más grave, haber encubierto casos de abusos sexuales de menores en África por parte de Cascos Azules.

En abril del año pasado, la revista estadounidense Foreign Policy publicó que Susana Malcorra habría ocultado el abuso sexual de soldados integrantes de Cuerpos de Paz de la ONU a menores refugiados en la República Centroafricana, entre diciembre de 2013 y junio de 2014. Según la publicación, un ex funcionario sueco de Naciones Unidas y UNICEF habría recogido testimonios y presentado una denuncia por este caso, pero autoridades, entre ellas la propia Malcorra, no habrían actuado con la celeridad y determinación necesarias y el caso habría sido tapado sin castigar a los culpables. Malcorra ha negado haber tenido responsabilidad.

Ajedrez político internacional


Si por un lado la postura argentina contra el régimen venezolano atraería el voto de Estados Unidos, Francia e Inglaterra, la posición más blanda de Malcorra –la cual podría tener como intención captar el apoyo de Rusia y China- podrían ponerla en una situación compleja.

Mientras Macri tuvo una postura clara de crítica y de censura a las violaciones a los derechos humanos en Venezuela, su canciller se ha mostrado más tolerante. "El problema de Venezuela lo tienen que resolver los venezolanos entre sí, encontrando un mecanismo de diálogo y conversación que les permita decidir cómo van a resolver la crisis yendo hacia adelante", indicó la ministra.

El politólogo Klaus Bodemer, experto en relaciones internacionales en América Latina, cree que no es el momento oportuno para Malcorra. “Tengo mis dudas de que una candidata argentina pueda resultar elegida, porque la situación del país es un poco complicada. Está en una situación de despegue y presentarse ahora es un poco prematuro, además de que la Canciller no es muy conocida internacionalmente”, indica el experto.

El hecho de que sea mujer no cree que influya. “América Latina está vinculada con muchos problemas internos como región, y la Canciller argentina tampoco puede esperar mucho apoyo”, agrega Bodemer.

Con bastante humor, algunos analistas opinan que sería un exceso que, habiendo ya un Papa argentino, ahora una compatriota suya asumiera para venir a encargarse del orden terrenal. Todo dependerá finalmente de los apoyos que pueda obtener para suceder a Ban Ki-moon como novena Secretaria General de las Naciones Unidas.