Sí al consumo
24 de noviembre de 2008Frankfurter Rundschau de Alemania: "Si el escenario económico sigue empeorando y los gobiernos de los países vecinos intervienen, a Merkel le será muy difícil mantenerse al margen. Ya en el caso del paquete de salvataje para los bancos, fue el Gobierno británico el que dicto el rumbo. Ahora Londres se esfuerza por impulsar la coyuntura económica y propone un recorte fuerte del impuesto al valor agregado. En Alemania la coalición “combatió” el consumo en buenos tiempos imponiendo el mayor impuesto agregado en toda la historia del país. Ahora tendría la oportunidad de corregir este error. Podrían limitar la reducción del recorte del IVA a un periodo de uno o dos años. Se trata de impulsar al comercio europeo en una de las peores crisis de los últimos 80 años.”
A consumir
El periódico italiano Il Messagero: „El camino real para salir de esta crisis es impulsar el consumo. El contagio de la crisis financiera a la economía real, un contagio anunciado desde hace muchos meses, requiere la intervención del Estado. El mercado, tan valioso para el reparto de los escasos recursos, no está en posición de superar en solitario los embates. Tampoco puede superar el golpe estructural que se está registrando en este momento. La declaración final de la Cumbre del G-20 en Washington parece haber olvidado esta regla elemental de la política económica. Y esta omisión repercute en las medidas que han de implementarse.”
No hay que recargarse en el Estado
Berlingske Tidende, de Dinamarca: “Las crisis llegan rápido y golpean duro. Aún cuando hubo advertencias y señales ya el año pasado en el sentido de que la economía tanto nacional como global estaba recalentada, la mayoría se dejó sorprender por las consecuencias de esta crisis. (...) Son muchos los bancos y empresas financieras que se encuentran en graves aprietos. Ya sea por culpa propia o no, todos ellos deben atravesar una fase de recortes y consolidación, que no puede realmente calificarse de poco saludable, aún cuando duela. (...) Lo más importante es que ahora, el Estado en su afán por mejorar las cifras de desempleo, no invierta dinero en barriles sin fondo. (...) En tiempo de crisis puede ser necesario que un Estado apoye a una economía debilitada. Pero sería muy peligroso si la vida económica comenzara a apoyarse en „papá Estado“ y se alejara de la economía de mercado que es la base de todo bienestar.”