Tarapacá en Chile: ejemplo de la Agenda Urbana Mundial
26 de enero de 2017La ciudad de Iquique, en el norte de Chile, llegó a batir el récord de falta de lluvia: 16 años sin precipitaciones. "De pronto comenzamos a tener lluvias más seguidas. El agua empezó a caer en las casas como si no hubiera techo. Allí se construía para tapar el sol", cuenta a DW Ricardo Carvajal, exsecretario para Vivienda y Desarrollo urbano de la región de Tarapacá. "Esto ha servido para que la gente se haga consciente y sienta que el cambio climático es concreto y está llegando a su ciudad", agrega.
Entre un bosque de agendas
En una conferencia internacional en Bruselas, convocada por Cities Alliance (una asociación global en torno al Banco Mundial y ONU Hábitat) y la agencia de cooperación de la Unión Europea, expertos, organizaciones, técnicos y políticos se han dado cita para detectar los caminos y los desafíos de la implementación de recientes agendas internacionales.
Se trata de la Nueva Agenda Urbana (Hábitat III, Quito 2016), el Acuerdo de París (COP 21, París 2015), los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Nueva York 2015).
¿Y qué tiene que ver el mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de 2 grados Celsius con ciudades sustentables sin asentamientos informales o con erradicar la pobreza y combatir la desigualdad? Probablemente mucho.
"Pero lo primero que hay que entender es que estas agendas no bastan para tener un modelo teórico: las ciudades son diferentes y sus necesidades también", puntualiza Carvajal, que ha trabajado intensamente con las siete alcaldías de la región norteña.
El motor: las ciudades, la región
Desierto, puerto, minería, migración, región fronteriza: estos factores que determinan a Tarapacá no son los mismos para otras regiones del país. Pero en parte sí para las regiones aledañas de sus países limítrofes. Por ello, una de las propuestas de Cities Alliance es, precisamente, la alianza entre las ciudades como motores del cambio urbano.
"Los objetivos de desarrollo sostenible se lograrán (2030) en un 65% si se incluye en su consecución a las ciudades, a actores y autoridades locales", explica por su parte Diane Archer, investigadora del International Institute for Environment and Development de Londres, basándose en un estudio realizado en cooperación con la Universidad Técnica de Berlín.
Actualmente, el 75% de la población mundial vive en menos de 500.000 asentamientos urbanos, el 60% de ellos en países en desarrollo. Hacia el 2050 la tendencia no se revertirá, según datos oficiales. Esto para el caso de Tarapacá se ha traducido en un crecimiento del 30% de su población urbana.
"Dadas las relaciones comerciales que existen entre Chile, Bolivia y Perú hay una relación bastante fluida por el movimiento de mercadería que hay en toda la región. Arica en Chile y Tacna en Perú son simbióticas. Hay mucha migración en el norte. Hay que reconocer esta migración y hacerse cargo de ella2, añade Carvajal.
El ejemplo de una explosión demográfica no controlada es Alto Hospicio, a 10 kilómetros de Iquique. "Comenzó como una toma y se fue formalizando", dice Carvajal. En condiciones de urbanismo, estas dos ciudades tan cercanas, distan mundos la una de la otra.
"El crecimiento explosivo de los últimos 10 años se debe a la actividad económica que ha tenido tanto la zona franca comercial, el puerto y las mineras", explica Carvajal. Éstas, de alto impacto ambiental en el agua y la energía, han comenzado a aportar a la solución: "Se está invirtiendo harto en energía solar para generar menor impacto y también se está invirtiendo en plantas desalinazadoras para no consumir el agua de la Cordillera".
Esto coincide con los objetivos de la agenda internacional, sí. No obstante, "se ha dado en gran parte debido al clamor de la gente", concluye Carvajal, en cuya opinión de toda esta Nueva Agenda Urbana -en un país con un 90% de población urbana y un índice de Gini que marca una gran desigualdad- lo más importante es esforzarse localmente “por no dejar atrás a nadie”.