NYT critica incentivo a deserción de médicos cubanos
18 de noviembre de 2014En esta entrega, titulada "La fuga de cerebros en Cuba, cortesía de EE.UU.", el diario The New York Times criticó las facilidades que ofrece Estados Unidos a profesionales médicos cubanos para que dejen la isla y pidió el fin de esa política.
El diario cuestiona las medidas que mantiene el Gobierno estadounidense para animar al personal sanitario cubano a dejar el país e instalarse en EE.UU., aprovechando sus salidas en misiones al extranjero, como la actual contra el ébola en África.
"El Secretario de Estado John Kerry y la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Samantha Power, han elogiado la contribución de médicos cubanos que atienden a pacientes con ébola en África occidental. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, una agencia federal norteamericana, recientemente envió a un funcionario a una reunión regional organizada por el Gobierno cubano en La Habana, para coordinar la lucha contra la epidemia. En África, los médicos cubanos están laborando en instalaciones construidas por Estados Unidos. El virus ha tenido el inesperado efecto de inyectarle sentido común a una relación innecesariamente tóxica", opina el diario.
"Sin embargo, los médicos que trabajan en África occidental hoy podrían fácilmente abandonar sus obligaciones, tomar un taxi a la embajada estadounidense más cercana y solicitar estatus migratorio, mediante un programa que ha permitido miles de deserciones", critica. "Es incongruente que Estados Unidos valore las contribuciones de los médicos cubanos enviados por el Gobierno para asistir en crisis mundiales, como aquella del terremoto en Haití en 2010, mientras procura desestabilizar al estado facilitando las deserciones", señala el artículo.
Según The New York Times, el programa puesto en marcha en 2006 bajo la presidencia de George W. Bush permite que los médicos cubanos que se encuentran en el exterior no tengan más que acudir a una embajada estadounidense para poder ingresar rápidamente en EE.UU. y, en pocos años, convertirse en ciudadanos. En el año fiscal 2014, se registraron 1.278 casos de este tipo, un número récord, según el periódico.
"El sistema migratorio estadounidense debe darles prioridad a los refugiados y a las personas perseguidas más vulnerables del mundo. Pero no debe utilizarse para agravar la fuga de cerebros de una nación adversaria, sobre todo, cuando mejorar la relación entre los países es un objetivo viable y sensato", señala el texto. Para el periódico, "mientras se mantenga esta política incoherente, establecer una relación más saludable entre ambas naciones va a seguir siendo difícil".
RML (efe, NYT)