Tiburones: esos grandes bocones
¿Los tiburones son realmente tan peligrosos? ¿Son tan agresivos como se cree? ¡Tonterías! Es tiempo de acabar con algunos mitos muy difundidos acerca de estos escualos.
Algunos comen de todo
Es claro que los tiburones no son del todo inofensivos. La mayoría de los ataques a buzos, bañistas o surfeadores corren a cuenta del tiburón tigre. Éste, de hecho, come de todo: tortugas, aves, peces, y también a otros tiburones. Se ha conocido de casos donde su festín consistió en ruedas de auto, placas y otros desechos. No en vano se conoce a este tiburón como el "devorador de basura".
Curiosidad fatal
El tiburón tigre es sumamente curioso. Por eso, en ocasiones excepcionales se anima a darle una probada a la carne humana. Pero normalmente la escupe de inmediato, pues no le resulta apetitosa. No obstante, el humano atacado puede resultar herido por los filosos dientes del tiburón y se puede desangrar si no llega ayuda inmediata.
Bajo riesgo
Normalmente, los tiburones no se interesan en los seres humanos. Los incidentes trágicos son extremadamente raros. Según investigadores, cada año mueren en promedio cinco personas a consecuencia de un ataque de tiburón. En todo el mundo ocurren poco más de 60 ataques por año. El riesgo, por tanto, es de 1:240 millones, dice el presidente de la organización "Sharkproject", Gerhard Wegner.
Valioso botín
No solo se caza a los tiburones por ser peligrosos. El "Sharklife Conservation Group" afirma que cada año son cazados más de 100 millones de ejemplares de todas las especies. Setenta especies de tiburón están consideradas como amenazadas; a muchas de ellas no se les concede posibilidades de sobrevivir.
Muerte lenta
Su aleta resulta una maldición para los tiburones. En China y otros países de Asia, la sopa de aleta de tiburón está considerada como un platillo exclusivo. Los tiburones son sacados del mar y en plena cubierta les son amputadas las aletas, aún en vida. Luego son arrojados al mar, donde se desangran y mueren en un lento suplicio.
Objeto del deseo
Los dientes del tiburón son impresionantes y los turistas pagan sumas considerables de dinero por ellos; tan solo para colgárselos al cuello o para tenerlos empolvados sobre la mesa de la sala. Los dientes del tiburón pueden alcanzar 7,5 centímetros de largo. También la cabeza de los tiburones es un apreciado objeto decorativo.
Vigorosa diversidad
Los tiburones son peces muy antiguos: algunas especies existen desde hace varios millones de años. En su evolución han adoptado las formas más curiosas, como en el caso del tiburón martillo. Los científicos aún no saben a qué se debe la formación de la cabeza de esta especie, pero suponen que es la necesidad de rastrear visualmente todo el entorno. Los ojos quedan en cada extremo del "martillo".
El pez más grande del mundo
Hay variedades diminutas de tiburones; por ejemplo, el tiburón enano, que mide solo 20 centímetros de largo. Pero también hay especies gigantes, como el tiburón ballena. Éste llega a tener más de 13 metros de largo y a pesar hasta doce toneladas. Pero, como sucede con los gigantones, ¡es totalmente inofensivo! Se alimenta solo de pláncton y de otros animales minúsculos.
Aplastado e inofensivo
Aunque se vea como una mantarraya, éste también es un tiburón. Los tiburones ángel se arrastran por el suelo marino y ahí buscan su presa. No se trata de buzos humanos, sino de pequeños caracoles, peces y cangrejos.