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Tomando té con Gadafi

26 de marzo de 2004

Con la visita del primer ministro británico Tony Blair, el líder libio, Muamar Gadafi, vuelve a la arena internacional. La prensa observa con sarcasmo optimista los últimos giros del coronel.

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Tony Blair y el "león africano".Imagen: AP

El diario alemán Handelsblatt alaba la iniciativa de Tony Blair y escribe: “Muamar al Gadafi es famoso por su falta de serenidad y sus caprichos. El primer ministro británico sabe que su corta visita al toldo de campaña implica algunos riesgos. Gadafi dio unos primeros pasos para deshacerse de su mala imagen, pero sólo en algunos años se sabrá si esos pasos son honestos. Sin embargo, el riesgo vale la pena. No existen muchos regímenes que hayan vuelto al redil. El primer ministro Blair y el presidente Bush necesitan éxitos en la lucha global contra el terrorismo. Lograr la integración de Libia daría una señal importante a otros países del mundo árabe.”

Preparando el terreno para el hijo

El rotativo ruso Nowyje Iswestija opina: “¿Por qué se le ocurrió al coronel Gadafi abandonar su estricto rumbo anti-occidental? Es de sospechar que el viejo ‘león africano’ ya prepara el traspaso del poder a su hijo. Ese deberá retomar un país en auge y respetado por la comunidad internacional. Por el abandono de las armas de destrucción masiva, los países occidentales no se fijarán demasiado en el poco legitimo cambio de poder en Libia.”

Manos manchadas de sangre

En Praga, el periódico checo Mlada fronta Dnes opina: “ la guerra contra el terrorismo ya produjo su primer pecador arrepentido: Muamar al Gadafi. Sorpresas te da la vida. Ayer fuiste terrorista, hoy eres nuestro buen socio. Ciertamente, en la guerra cambian las circunstancias en cada momento. Sería interesante saber lo que sintió Blair al apretarle la mano a Gadafi. El coronel tiene las manos manchadas de sangre, aunque esté ya seca. Permitirle a individuos como él, librarse de sus viejos pecados sin sufrir consecuencias, no es el camino más elegante para combatir el terrorismo.”

Detalles insignificantes

El diario austriaco Die Presse escribe: “Libia abandonó su programa de armamento y pasó a EEUU las pruebas para el comercio nuclear ilegal de Pakistán. Trípoli consintió que tanto Bush como Blair presentasen el cambio de política en Libia como consecuencia directa de la controvertida guerra en Irak. ¿Quién puede tomar ahora en serio a todos esos expertos que aseguran que Gadafi había decidido su nuevo rumbo político ya a fines de los 90, es decir, mucho antes de la guerra contra el terrorismo y la guerra contra Irak?”