Trump: sin plan, en pánico y paranoico

Es raro que los demócratas y los republicanos estén de acuerdo. La situación en Washington tiene un toque decididamente revolucionario: políticos de ambos partidos condenan rotundamente la retirada precipitada del presidente Donald Trump de Siria, una novedad en un momento de guerra de trincheras políticas sobre un proceso de "impeachment".

Y esto es exactamente de lo que se trata: Trump está en situación de pánico y aparentemente incluso está dispuesto a espantar a su propio partido en un intento desesperado de política exterior populista. La mayoría de los estadounidenses están cansados de la guerra y esta mayoría es la que Trump tiene en mente con su decisión.

Trump se hizo a sí mismo vulnerable

Trump ha ignorado las críticas durante años y se considera invencible. Incluso lo admitió abiertamente: "Podría detenerme en medio de la Quinta Avenida y dispararle a alguien y no perdería votantes", dijo. Pero las reacciones de los republicanos sobre la retirada de Siria muestran que Trump se ha vuelto vulnerable.

Por ejemplo el senador Lindsey Graham, uno de los partidarios más firmes de Trump en contra del "impeachment", dejó claro que se opone a la medida.

Maniobra de campaña electoral

Incluso el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, quien hasta hace poco dudaba si permitiría el "impeachment" contra Trump, de repente fue abiertamente crítico con el mandatario.

Pero a Trump no le inquieta esto. Bajo una presión masiva, el comandante en jefe necesita urgentemente el éxito, y sobre todo necesita problemas que distraigan a la gente del inminente proceso de "impeachment". Sus índices de aprobación han disminuido, por lo que la retirada de las tropas de Siria parece estar llegando en el momento adecuado.

Trump no mira más allá de las elecciones de 2020

Francamente, esto no es sorprendente. Ya en 2018, decidió ir en contra de sus asesores y el secretario de Defensa, Jim Mattis, al retirar tropas de Siria. Mattis renunció en protesta.

A Trump simplemente no le importan las consecuencias regionales y geopolíticas de la retirada y el vacío de poder emergente que Turquía, Rusia e Irán estarán felices de llenar. La reelección que espera está a un año de distancia y eso es lo más lejos que va el horizonte de Trump. La retirada de las tropas fue, y es, una promesa clave de la campaña electoral, sin importar el costo. (rrr/dzc)

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