Turquía, una esperanza en la crisis de los refugiados
16 de octubre de 2015Luego del encuentro de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en Bruselas, Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, anunció un éxito: la Unión Europea se habría puesto de acuerdo con Turquía sobre un plan de acción para frenar la llegada de refugiados a Europa. Sin embargo, la canciller alemana, Angela Merkel, fue más cuidadosa en cuanto al resultado de la cumbre: “Estamos en medio de un proceso de trabajo”, dijo. El domingo, Merkel viajará a Ankara para comprobar “cuán confiables son las promesas turcas”.
Austria: "Que se queden en sus regiones"
El canciller austríaco, Werner Faymann, ya había definido el objetivo al inicio del encuentro: “Todo lo que nos ayude a que los refugiados se queden allí donde se los trate humanamente, en sus regiones, es correcto”. En otras palabras: los refugiados no deben llegar a Europa, sino quedarse cerca de en sus países. Para eso, la UE necesita a Turquía. A pesar de que las relaciones de la UE con el cada vez más autocrático presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, son tensas, él es el único que podría evitar el ingreso de los refugiados en las fronteras exteriores de la UE.
Pero Turquía demanda tres mil millones de euros como contraprestación, además de que se elimine la necesidad de visado para los turcos que viajen a la UE. Ankara también pide la calificación de Turquía como país seguro, lo que significa un sello de calidad político e implica que en ese país se respetan los derechos humanos y que no practica la persecución por motivos políticos. Ese punto precisamente quedó sin respuestas en la cumbre. François Hollande, por ejemplo, ve eso con ojos críticos. Angela Merkel piensa, por su parte, que esos tres mil millones de euros son plausibles a fin de compartir la carga con Turquía.
Muchos puntos por aclarar
Angela Merkel parecía satisfecha al final de la reunión en cuanto a los aspectos prácticos del intercambio. Según ella, se habló por primera vez de los “hotspots” o lugares clave que deberían construirse, con personal para proteger las fronteras y para decidir sobre las solicitudes de asilo. Así, los refugiados no saldrían hacia la próxima frontera antes de que se decidiera si se les otorga o no asilo. Sin embargo, no serán los “hotspots” los que traigan la solución sin Turquía. Pero aún está por verse si luego de las elecciones, dentro de dos semanas, el gobierno turco considera políticamente oportuno frenar la oleada de refugiados que quiere llegar a Europa.