Becas Erasmus+ y Horizonte 2020 para la innovación

Ciencia, investigación, innovación y tecnología se encuentran en el primer plano del plan de acción UE-CELAC para los próximos años. En cuanto a intercambios en educación superior hay camino conjunto recorrido: en cuanto a proyectos conjuntos de innovación e investigación queda mucho por recorrer.

Antes era Alfa, Eramus Mundus, Marie Curie

En cuanto a educación superior, según un informe de la Comisión Europea, la base de la cooperación son las alianzas entre universidades. En el período 2007-2013, 6650 estudiantes y académicos tomaron parte de programas de movilidad académica.

Suma, Eureca, Inca, CELA, Alas, Euromime: la lista de proyectos conjuntos es larga. Sólo para éste último - un programa de posgrado conjunto entre siete universidades de Europa y América Latina - entre 2005 y 2014, 141 estudiantes se graduaron y 900 profesionales se capacitaron en 16 países.

"La oportunidad de practicar más de un idioma a lo largo de la formación fue esencial. En EUROMIME -liderado por la Universidad de Poitiers, la de Educación a Distancia de España y la Técnica de Lisboa- se combinan clases con estancias de prácticas. Me encantó aportar soluciones a problemas reales", cuenta a DW la ecuatoriana Karina Cela.

Cela declara, como el 95% de participantes de 18 países latinoamericanos encuestados, que esta experiencia internacional tuvo una gran influencia positiva en su carrera profesional.

Ahora sólo Erasmus+

Hasta el 2020, así fuentes europeas, seis mil estudiantes latinoamericanos habrán accedido a una beca de seis meses en el marco del programa Erasmus+. Dos mil más habrán recibido una beca para un máster. Y otros dos mil profesionales habrán podido pasar un semestre en la UE.

Además, cien proyectos conjuntos habrán sido puestos en marcha entre universidades e instituciones de ambos continentes. Los 163 millones de euros de fondos europeos se destinarán a este propósito.

Nuevos horizontes

La innovación está también en los puntos más importantes de la cooperación birregional. El objetivo es “desarrollar un enlace entre la investigación y la innovación a través de una red para facilitar la apropiación social de conocimiento y la tecnología teniendo en mente especialmente las pequeñas y medianas empresas”, se afirma en el plan de acción de Bruselas aprobado la semana pasada. Al parecer, aquí los puentes aún están por construir.

“Intentamos cerrar la brecha entre los centros de investigación, la empresa y el mercado. Nos proponen una idea, vemos si hay mercado para ella y y si es mejor que lo que existe. Entonces invertimos. Por lo pronto, tenemos sólo relaciones con México y de los acuerdos que se han hecho con países latinoamericanos aún no hemos sacado provecho”, dice a DW Diego Pavía, director del departamento de energía del European Institute of Innovation & Technology. Por su parte, cuenta Bertand van Ee, director del departamento sobre Clima en el EIT, “nuestra embajadora anda de gira para establecer asociaciones público privadas; por lo pronto sólo trabajamos con un instituto en Recife”.

Así las cosas, para facilitar la interacción se han creado plataformas como Alcuenet o Eranetlac, que hasta el 2017 se propone tender redes de intercambio en energía, técnicas de la información y comunicación, bioeconomía, cambio climático, biodiversidad y salud. Su objetivo son proyectos conjuntos, por ejemplo, en el marco de Horizonte 2020 que para el período 2014-2010 dispone de 80 mil millones de euros para proyectos de innovación y tecnología.