UE: el discreto encanto de la falsificación industrial
20 de abril de 2005
En la feria de la ciudad de Borsa, Rumania, se pueden adquirir las cosas más maravillosas a precios de ganga: zapatillas deportivas Adidas por 10 euros, perfume CK one por 7 y el último compacto de Britney Spears, por cinco. Todo igual al original, pero sin serlo.
Rüdiger von Fritsch-Scherhausen, vicedirector del Servicio Secreto de Alemania (BND), teme que esas ofertas también se puedan adquirir cada vez más en Alemania: "Las copias falsificadas de CD, por ejemplo, ya llegan en gran número a los mercados alemanes desde el este. Los gobiernos de los respectivos países han adaptado las leyes a las normas occidentales, pero su aplicación aún no funciona como sería necesario".
Se estima que las empresas alemanas pierden así de 20.000 a 30.000 millones de facturación por año y unos 70 puestos de trabajo, de acuerdo con estimaciones de la Unión Europea. El negocio en el este de Europa está organizado jerárquicamente. Las copias son producidas en Europa Oriental o Asia y vendidas luego en puestos callejeros o incluso en tiendas. El BND habla de crimen organizado. Las cabezas generalmente se salvan de toda persecución, con la ayuda de grandes sobornos.
50 millones de falsificaciones
En 2003, es decir, antes del ingreso a la UE de los nuevos diez miembros, las autoridades aduaneras alemanas confiscaron nada menos que unos 50 millones de falsificaciones. Entre ellas algunas muy curiosas: 41.000 tabletas de Viagra y 11.000 señaleros para vehículos.
Rüdiger von Fritsch-Scherhausen teme que próximamente se deba confiscar más aún: "Los controles aduaneros regulares desaparecerán y simultáneamente aumentará la circulación de bienes y personas. Una oferta que existe ya desde hace tiempo del otro lado de las fronteras accederá a nuestros mercados."
Evitar el acceso de copias a los mercados
Las empresas intentan protegerse a sí mismas. Y no sólo las que fabrican CD y zapatillas deportivas. El jefe de seguridad de fabricante de microprocesadores Infineon, Jürgen Järnecke, observa detenidamente los mercados: "Intentamos evitar que falsificaciones de productos nuestros accedan a los mercados. En eBay, por ejemplo, son ofrecidos a veces productos que evidentemente no pueden ser nuestros. Allí intervenimos".
Para copiar productos de alta tecnología, como microprocesadores o máquinas, se necesita algo más que pegar una etiqueta falsificada. Los piratas industriales recurren a menudo al espionaje para acceder a las informaciones secretas. Para el BND, ello es un serio peligro.
"Partimos de que justamente también empresas alemanas son el objeto de un decidido espionaje por parte de competidores, pero también de servicios secretos de otras partes del mundo."
Transmitiendo informaciones con megáfono
Y el peligro aumenta cuanto más datos almacenan y transfieren las empresas en forma digital. Una y otra vez se informa de espectaculares incursiones de "hackers" a computadoras de empresas supuestamente seguras.
Fritsch: "Sorprende además con qué despreocupación se envían datos sensibles a través de teléfonos celulares. Incluso se llegan a transferir contratos completos. No nos engañemos: igual se podría usar un megáfono, que tendría el mismo efecto."
A pesar de los peligros del espionaje y la irresistible seducción de copiar: el ingreso de los países de Europa Oriental parece favorecer más que dañar a las empresas. De lo contrario, ¿para qué producirían sino sus originales cada vez más allí donde hasta ahora sólo se copian?
Manfred Götzke / pk