UE: Incorporar a separatistas, “extremadamente difícil”
16 de febrero de 2014
Problemas para Escocia y, quizás, también para Cataluña. En una entrevista publicada este domingo (16.02.2014), el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, expresó su escepticismo sobre la posibilidad de que estados que se escindan de los países que ya forman parte de la Unión Europea puedan adherirse al bloque como naciones independientes.
En conversación con la BBC, Barroso dijo que para la UE sería extremadamente difícil garantizar la integración de esos posibles nuevos estados. Estas palabras se conocen apenas horas después de que Gran Bretaña informara que Escocia no podría mantener la libra como su moneda en caso de que el referéndum para decidir su independencia, a realizarse en septiembre, llegara a ser aprobado.
Por ahora, las encuestas dan un 29 por ciento a la opción independentista, un 42 por ciento a quienes desean que Escocia siga formando parte de Gran Bretaña, y un 29 por ciento a aquellos electores que todavía no toman una decisión. El Partido Nacional Escocés, que lidera la campaña por la independencia, confiaba en que un eventual triunfo les permitiría mantener la libra y su integración a la UE.
El ejemplo de Kosovo
Esas aspiraciones parecen quedar borradas de un plumazo por las palabras de Durao Barroso. “Sería extremadamente difícil conseguir la aprobación de todos los demás estados miembros (...) Creo que va a ser extremadamente difícil, si no imposible”, dijo la máxima autoridad de la Comisión Europea.
Añadió que anteriormente se dio el caso de Kosovo, recordando que España “se ha opuesto al reconocimiento” de ese estado. “Y es hasta cierto punto un caso similar, porque se trata de un nuevo país”. La secesión es un tema sensible para otros países que cuentan con regiones que también buscan la independencia, como es precisamente el caso de España, donde Cataluña pretende en noviembre realizar un referéndum en esa línea.
John Swinney, diputado del SNP en el parlamento escocés, dijo que las declaraciones de Barroso a la BBC eran “absurdas” y que ningún estado de la UE había indicado que vetaría la integración de Escocia. Por su parte, el primer ministro escocés, Alex Salmond, también arremetió contra los críticos de la campaña independentista. En un artículo en el periódico Sunday Times, acusó al Gobierno británico de hacer presión con el tema de la moneda.
DZC (Reuters, Europa Press, El País)