UE: Rumania y Bulgaria en la puerta
25 de abril de 2005En Luxemburgo tiene lugar hoy la ceremonia de firma del tratado de adhesión a la UE de Rumania y Bulgaria, dos países que se integrarán el 1 de enero de 2007, siempre y cuando, hasta esa fecha, cumplieren con ciertos compromisos. Un 85% de la población de Rumania, que cuenta con 22 millones de habitantes, está a favor de la adhesión a la Unión Europea. En Bulgaria, que cuenta con 8 millones, el 70% está a favor.
Muy por debajo de la media europea
El producto interno bruto de ambos países alcanza el 30% del promedio de los países de la Unión Europea, y el ingreso mensual promedio es de 150 euros en el primer caso y de 180 en el segundo. Las grandes tareas a acometer se resumen en el reducido poder adquisitivo y la limitada competitividad de sus economías, así como la difundida corrupción en el caso de Rumania y la delincuencia imperante en Bulgaria.
El largo camino recorrido
Después de largas negociaciones conformes a lo previsto en el Tratado de la Unión Europea y ajustándose a los requisitos establecidos por los Consejos Europeos de Copenhague, de junio de 1993, y de Madrid, de diciembre de 1995, en diciembre de 2004 el Consejo Europeo de Bruselas ratificó la conclusión de las negociaciones y expresó su deseo de que Bulgaria y Rumania formaran parte de la UE a partir del 1 de enero de 2007.
En febrero pasado, las partes dieron su visto bueno al texto final del tratado de adhesión de ambos países y la Comisión emitió un dictamen favorable. El Parlamento Europeo aprobó la solicitud de Rumania y Bulgaria, despejando el camino para la segunda ronda de ampliaciones hacia Europa oriental después de que otros 10 estados se unieran al bloque en mayo del 2004. Después de que firmen el tratado de adhesión, las autoridades de ambos países podrán participar en las reuniones de la UE como observadores.
Adhesión sí, pero ¿tan pronto?
Ambos países se convertirán oficialmente en miembros de la Unión Europea en el 2007, siempre que apliquen las prometidas reformas políticas y económicas. Su ingreso podría retrasarse un año si la Comisión Europea considerase que demoran la mejora de sus sistemas judiciales y administrativos, el refuerzo de sus controles fronterizos y la introducción de numerosas medidas económicas. La oposición conservadora alemana ha hecho expresas sus dudas centradas, sobre todo, en la celeridad de la adhesión, advirtiendo del fantasma de la corrupción y las falencias estructurales en ambos países.