Lazos UE-América Latina
22 de noviembre de 2011Con la crisis europea crepitando en el fondo, diputados europeos y latinoamericanos se dan cita en Bruselas en el marco de EuroLat, la asamblea parlamentaria con representantes de ambos lados del océano. Acuden a la cita también Benita Ferrero-Waldner, presidenta de la recién inaugurada Fundación Eurolac, y María Emma Mejía, desde marzo secretaria general de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), a la cual pertenecen 12 naciones latinoamericanas, entre ellas las del Mercosur. En un contexto económico mundial marcado, por un lado, por la crisis y, por otro, por el auge de nuevas potencias económicas, las relaciones de la Unión Europea con el continente americano se redefinen.
La China, la China
Ante la presión que impone China, cuyo volumen de negocios con el gigante Brasil ha superado ya el intercambio con la Unión Europea, los representantes de ambos lados se esmeran en subrayar valores, temas y proyectos comunes. A pesar de la desaceleración, el crecimiento económico impresionante de América Latina y el Caribe contrasta con el estancamiento europeo.
No obstante, "de cada crisis el proyecto europeo ha salido fortalecido", resalta el diputado europeo José Ignacio Salafranca, presidente de la asamblea Eurolat. Es más, aún en tiempos difíciles, el camino de su integración es una senda de integración regional, política y económica ejemplar, que otras regiones querrían seguir. Así por ejemplo, UNASUR, que da sus primeros pasos y cosecha sus primeros frutos de integración política.
¿Unasur como UE?
“UNASUR ha logrado ya desactivar grandes tensiones de la región, en la medida en que resolvemos los problemas con la ayuda de los presidentes. Es el caso de las tensiones entre Colombia y Venezuela”, cuenta a DW María Emma Mejía, secretaria general de la unión sudamericana. De un logro de ésta califica la ex ministra colombiana de Exteriores la próxima visita del presidente Santos a Caracas. Por otro lado, la próxima visita del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, a Quito en diciembre puede entenderse también como un aporte de este organismo. Desde el conflicto por las incursiones colombianas en territorio ecuatoriano en el contexto de la lucha contra las FARC, entre ambos países latinoamericanos las relaciones no han sido brillantes.
“Unasur ha logrado que se pongan de lado las diferencias ideológicas y los modelos de desarrollo tan diversos en aras del bienestar de una región. No podemos pensar en países, tenemos que pensar en defendernos, en protegernos, en presentarnos al mundo como una región. Porque, como dice el presidente Santos, cada uno de nuestros países es fuerte individualmente, pero unidos, Suramérica es una potencia”, subraya Mejía.
Las grandes brechas
Con todo, más allá de la bonanza de los datos macroeconómicos, a europeos y latinoamericanos les queda claro que la región tiene grandes falencias. “Hay dos ejes críticos y dos tareas pendientes: son el tema de la desigualdad y el de la lucha contra el crimen transnacional”, dice Mejía, subrayando un primer intento de UNASUR por organizar un consejo de ministros de Interior, Seguridad y Defensa para dar una respuesta conjunta. El tema de la lucha contra el narcotráfico y la criminalidad también está a debate en una de las comisiones del Eurolat.
Preparando una cumbre
Aparte de la globalización de la crisis y los tratados comerciales y de asociación –los existentes, los en camino y los deseables-, la migración, las directivas para materias primas, las catástrofes naturales, la inclusión social y el nuevo concepto de desarrollo e intercambio de tecnologías son los temas en torno a los cuales debaten latinoamericanos y europeos preparando la cumbre entre ambos bloques que tendrá lugar en 2012. A esa cita, Unasur acudiría, por primera vez, como un organismo regional en busca de mayores vínculos con el bloque europeo.
Así, aunque las cifras son apabullantes y la situación muy difícil, la Unión Europea –que sigue siendo el segundo socio comercial del conjunto de las economías latinoamericanas-, sigue siendo un referente, concluye Mejía, puntualizando: “Puede que la China y el Asia hayan ganado en comercio con Sudamérica, pero definitivamente los valores compartidos con Europa y América Latina van a estar ahí y queremos fortalecerlos”.
Autora: Mirra Banchón
Editora: Emilia Rojas