“Un error de cálculo de David Cameron”
16 de septiembre de 2014Deutschland Funk: El 18 de septiembre, las islas británicas concentrarán la atención de toda Europa debido al referéndum que podría poner fin a la pertenencia de Escocia, por más de 300 años, al Reino Unido. ¿Veremos un terremoto político?
Antony Glees: Es posible. Es muy posible. La carrera está codo a codo, con una muy pequeña ventaja para el No, pero en realidad no se puede estar seguro. Esto ya pasó antes en Quebec, en 1995, cuando una competencia muy estrecha terminó con un triunfo ajustadísimo del No a la separación de Canadá. Esto podría pasar, pero no podemos preverlo, pues nunca hemos tenido una elección parecida. Y aunque ganara el No, o el Sí, por una pequeña mayoría, eso ya supondría un terremoto en la vida política británica.
Las consecuencias son un tema aparte, pero esto ha provocado incluso cismas familiares en la isla. ¿También en su familia?
Sí, eso es cierto. Tenemos una hija que está casada con un escocés. Ella vive en la frontera entre los dos países. Es profesora y su marido está muy comprometido con la opción del Sí a la independencia. Ella dice: que con el corazón se siente inglesa, pero con la cabeza y por sus hijos, apoya la independencia. Todavía está indecisa. Pero eso, tener el corazón por Inglaterra y la cabeza por Escocia no es algo trivial. De hecho, las encuestas muestran que entre los electores más jóvenes, un 56 por ciento apoya la independencia y solamente un 37 por ciento la rechaza.
¿Por qué es más fuerte el ideal independentista entre los jóvenes?
Con la gente mayor es absolutamente al revés. Mientras mayor eres, menos independencia quieres. Solo una cosa se puede decir: si gana el Sí y se proclama la independencia, será un cambio radical, un terremoto en términos económicos, políticos y también de seguridad. Y eso afectará no solo a Gran Bretaña, sino también a la Unión Europea y a Occidente en su conjunto.
Pero no me respondió lo de los jóvenes, señor Glees.
Creo que los jóvenes no piensan en que algún día ellos también serán mayores y necesitarán pensiones y se enfermarán. Los jóvenes creen que tendrán un futuro. Eso es lo que permanentemente Alex Salmond (ministro principal de Escocia) les ha dicho, que una Escocia independiente sería uno de los estados más ricos del planeta. Pero esto no es así. Quizás se trate de un país con menos dinero que Pakistán, Grecia y Egipto. Pero se les ha dicho que tendrán un mejor futuro si están fuera de Gran Bretaña. Y creo que nosotros, en toda Gran Bretaña, hemos subestimado el ruido que hace el nacionalismo escocés. Yo cuento con que, en caso de que gane el Sí, Cameron renunciará, y también Ed Miliband (jefe de los laboristas), porque su partido tiene 40 parlamentarios en Escocia y, sin ellos, los laboristas no pueden volver a formar gobierno.
¿Podría la eventual independencia de Escocia tener consecuencias para la permanencia de Gran Bretaña en la UE? Se prevé que haya un referéndum en 2017 y son precisamente los escoceses los más proeuropeos de Gran Bretaña.
Sin duda harán falta. Pero entonces la gran pregunta para el resto de Gran Bretaña será si un aislamiento de la nación, ante una eventual salida de la UE, les permitirá tener una vida política y económica como la que llevan. Es muy probable que para personas como yo, que vemos con mucho entusiasmo una permanencia del Reino Unido en la UE, el 2017 presente un escenario donde nuestro país ya no exista como lo conocemos hoy y sea un tercio más pequeño. Mientras más chico es tu país, más importante es pertenecer a una gran unión. Usted puede verlo de esta forma, y también al revés. El nacionalismo y el radicalismo son fiebres contagiosas. Algunos podrían ver como solución a todo esto al UKIP. En Gales, en el norte del país o en el suroeste de Inglaterra, podrían pensar que Londres no toma en cuenta sus intereses.
¿Podría esa fiebre contagiosa extenderse a Irlanda del Norte nuevamente?
Glees: También. Debemos preguntarnos qué pasará si el No gana por un estrecho margen. ¿Qué va a pasar con los nacionalistas que hicieron campaña por el Sí? ¿Volverán a sus casas y a sus fábricas, o se mantendrán organizados y quizás se conviertan en un riesgo para la seguridad de Gran Bretaña, como ya pasó en Irlanda del Norte? Fue un error de cálculo de Cameron presuponer que el referéndum se zanjaría fácilmente con un triunfo del No. Eso cambió en agosto, y ese error de cálculo puede generar un terremoto en toda la isla.
¿Cuál es su pronóstico? ¿Quién ganará?
Glees: Yo creo que ganarán los opositores a la independencia, por una pequeña mayoría, porque económica y políticamente carece de sentido votar por una Escocia independiente. Pero que la política es irracional no es algo que yo deba aclarar a los alemanes.
Antony Glees es cientista político de la Universidad de Buckingham.