Un manto ético en la campaña electoral
6 de agosto de 2002
Con un discurso combativo Gerhard Schröder, actual canciller alemán y jefe del partido socialdemócrata, inició la campaña electoral del SPD. Mientras que la oposición la iniciará el primero de septiembre, la "fase candente" de la campaña del partido gobernante comenzó antes, debido a los malos resultados que ha tenido la coalición verde-socialdemócrata en las encuestas de opinión.
Los escándalos en sus filas por tráficos de influencias en forma de honorarios a su ex-ministro de Defensa Scharping, el abuso de poder concretizado en la utilización del sistema de bonificación "Miles and more" de la Lufthansa y un desempleo creciente -según las últimas cifras de Oficina de Trabajo por sobre los cuatro millones- hacen dudar del tono triunfal utilizado. "Los socialdemócratas comenzamos la campaña ahora, porque queremos ganar. Y porque queremos ganar, ganaremos" ha dicho hoy en Hannover el canciller.
El programa oficial
En contra de la generalizada crítica a Schröder –que está utilizando la política exterior como tema de campaña-, el canciller ha declarado que no se puede escoger el momento para hablar sobre el Irak y que ha tomado la palabra ahora porque las noticias del cercano Oriente son alarmantes. Sus temas oficiales de campaña son la economía, la educación y la familia.
Ante un auditorio de 5000 personas el canciller exhortó a la industria a hacer patria, no comportándose como un regimiento más de la oposición, sino creando puestos de formación profesional. Aquellos que detentan el poder tienen mayores responsabilidades para con la sociedad, dijo Schröder, añadiendo que no puede ser que mientras algunos ejecutivos de alto rango ganan millones –haciendo velada alusión al reciente escándalo que le costó el puesto al gerente de la empresa telefónica alemana Telekom-, los empleados a su cargo sean echados a la calle. Moral y ética nuevas, eso es lo que hace falta, ha dicho el canciller.
A propósito de ética
La exhortación de Schröder al comportamiento ético viene a pedir de boca, pues el último de los escándalos sigue haciendo titulares. Después de que la prensa amarilla ocasionara varias dimisiones por publicar una lista de parlamentarios que han hecho uso privado del programa de bonificación de la Lufthansa por vuelos frecuentes–las millas se acumulan y permiten descuentos o adquirir pasajes gratis, cosa que bien usada ahorraría a la caja del parlamento cerca de medio millón de euros- el secretario general de los socialdemócratas, Franz Müntefering, ha demandado al diario Bild por utilizar medios ilegales para conseguir información que hiere la esfera privada de los parlamentarios. Las reacciones de la prensa no se hicieron esperar. Los redactores en jefe de algunos periódicos de renombre, entre ellos el del semanario Spiegel, ven en la demanda una ofensa a la libertad de prensa y un truco de campaña electoral, y no creen que la publicación de dicha lista sea un acto de lesa ética.