Un pacto de hule
24 de septiembre de 2002
¡Carta azul! Tan sólo la posibilidad de recibir correo de este color desde Bruselas hace temblar a los representantes gubernamentales, especialmente de las carteras de finanzas y economía de la Unión Europea. Alemania y otros tres países europeos, que a la luz de sus altos déficits presupuestarios difícilmente podrán presentar presupuestos equilibrados hasta el 2004 - la meta originalmente prevista por el Pacto de Estabilidad - saben lo incómoda que resulta la posibilidad de recibir una de estas amonestaciones, conocida como carta azul.
Lo que hace sufrir a los alemanes, también afecta a los portugueses, franceses e italianos. Y puesto que la Unión Europea sólo cuenta con 15 integrantes, 4 ya son multitud, especialmente si entre ellos se encuentran dos de los más influyentes de Europa. Así que la Comisión Europea dio a conocer hoy su decisión de posponer la meta del citado pacto hasta el 2006.
Un respiro de dos años
La Comisión cuenta con que Alemania no logrará mantener este año el nivel de endeudamiento fresco por debajo del 3% permitido por el Pacto, a causa de un desangre en el volumen de ingresos por impuestos, un incremento en los gastos y también debido a las consecuencias de las catastróficas inundaciones registradas en el mes de julio pasado.
La prórroga hoy anunciada no sólo representa un respiro para el reelecto gobierno rojiverde alemán. También los representantes de Francia e Italia la habrán recibido con agrado. Y de Portugal ya ni hablar, aunque en su caso la comisión no ha mostrado tanta generosidad e introdujo un proceso formal contra la nación lusa.
Disciplina según temporada
De nada sirve presionar, según la sabia decisión de la Comisión Europea, pues el problema que enfrentan estos cuatro países es un crecimiento económico debilitado y que según todos los indicios será muy difícil de modificar en el corto plazo. Con el fin de no poner en peligro el pacto de estabilidad ha decidido "definir mejor" las metas, es decir, dar mayor importancia al crecimiento económico. En la práctica esto significa que, si cae el crecimiento económico, deberán ser corregidas y adaptadas también las metas presupuestarias. Es decir, mayor disciplina en tiempos de bonanza, menor en tiempos de vacas flacas.
La cautela cuesta
El Pacto de Estabilidad y Crecimiento Económico prevé que los países integrantes de la Unión Europea cumplan con los criterios establecidos de forma constante. Cada estado de la Unión Europea tiene que, entre otras cosas, presentar dos veces al año a la Comisión Europea su información presupuestaria y los pronósticos económicos nacionales más importantes. Presionado por las posibles consecuencias que le depararía no cumplir con las metas del Pacto, Portugal presentó cifras maquilladas sobre el déficit presupuestal en el 2001. Ahora resulta que el déficit fue en realidad del 4,1% y que en este año también se encontrará muy por encima del 3% permitido. En respuesta, Bruselas ha decidido aplicar, por primera vez, una amonestación económica formal, en otras palabras, una multa millonaria.
Alemania no ha enviado el informe correspondiente a Bruselas. Ahora que han pasado las elecciones lo hará y según se escucha en Berlín, el nuevo endeudamiento se encuentra por debajo del 3% exigido por la Unión Europea. Un suspiro de alivio para Alemania. Después de todo fue a su petición que en 1996 los euro participantes pactaron en Dublín, la meta de lograr presupuestos equilibrados en el mediano plazo.