Un pionero alemán en los Andes argentinos
El geógrafo y geólogo Walther Penck cartografió los Andes argentinos entre 1912 y 1914 y dejó un diario de su aventura.
Familia de ciencia
Walther Penck nació un 30 de agosto de 1888, en Viena. Hijo de Albrecht Penck, renombrado geógrafo y geólogo, pionero en el área de la glaciología, y que trabajó varios años en la Universidad de Viena. En la foto, Walther de 12 años con su hermana Ilse, de 10, en el verano de 1900.
Montañista innato
Con 10 años, Walther Penck ya había conquistado una cima de 3.000 metros de altura. "Mi padre eligió la cordillera, seguramente porque fue desde su juventud un entusiasta escalador entrenado en los Alpes austríacos", escribió sul hijo, Helmuth Penck, en una carta.
De Viena a Heidelberg
Si bien parte de su infancia y juventud la vivió en Austria, Walther Penck retornó a Alemania en 1910, para estudiar en la Universidad de Heidelberg, donde aprovechó para investigar regiones volcánicas de Italia, como Sicilia, las islas Eolias y Nápoles.
Misión en la Puna
En 1912, Walther Penck es contactado por el Gobierno de Argentina, que solicita al científico cartografiar por primera vez la región altiplánica de este país. Será un trabajo intenso por dos años. Penck no lo duda y viaja en barco durante 21 días rumbo a Buenos Aires. En la foto, Walther Penck en el río Loro, Región de la Puna.
Con la comunidad
Dos años vivió en la ecorregión altiplánica de la puna el geólogo y geógrafo alemán. Durante su estadía, compartió con las comunidades de la puna de Atacama y el Valle de Fiambalá. En la foto, Penck en compañía de habitantes de esas zonas, dentro de una casa de piedra y a 3.800 metros de altura sobre el nivel del mar.
Contra viento y polvo
El equipo de Penck, un caballo y dos arrieros, era básico para la geografía escarpada, el clima ventoso y las tormentas de polvo incesantes. Pero esto no fue obstáculo para que el científico escalase 30 montañas andinas y cartografiase 10 mil kilómetros cuadrados de la puna.
Cartas de amor
Además del trabajo científico, Walther Penck dedicó sus horas libres a escribir cartas románticas a su entonces prometida Anna Lampert, con quien se casaría y tendría dos hijos más tarde, ya estando de regreso en Alemania.
Un pedazo de Puna en Alemania
En la ciudad alemana de Albstadt-Tailfingen, en el hogar de Gerhard Penck, nieto de Walther Penck, se conservan todavía piezas únicas, como la cámara fotográfica del geólogo, herramientas de montaña, mapas, fotos y sus bitácoras de viaje.
Bitácora de la libertad
La bitácora de viaje es de los mayores tesoros que guarda Gerhard Penck. En estas hojas, se narran los dos años que vivió el investigador alemán en la zona altiplánica. Para su nieto, son, más que descripciones científicas, una especie de "relato de libertad".
Reviviendo la aventura
En 1985, Gerhard Penck emprendió una aventura similar a la de su abuelo. Viajó a Argentina, a la región de la puna, para trabajar con comunidades locales, siendo aún un estudiante de arquitectura. Durante su estadía, trabajó como constructor en Cerro Bayo e incluso levantó una capilla que hasta hoy sigue en pie.