Un último adiós a Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro
Decenas de miles de personas buscaban ver el cuerpo de Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro de Roma y hacerse una foto. El corresponsal de DW Bernd Riegert se unió a la cola.
Largas filas
Las aglomeraciones en Roma son moderadas, no mucho mayores que en los días de mayor afluencia turística. La espera en la Plaza de San Pedro tras el control de seguridad es de unos 30 minutos.
Impresionante belleza arquitectónica
En la bella nave de la Basílica de San Pedro, los visitantes hacen cola durante otros 15 minutos. Por fin es hora de contemplar a fondo las numerosas estatuas, adornos de oro y decoraciones de mármol.
Bajo baldaquino de Bernini
Delante del altar mayor, Benedicto XVI yacía tendido bajo el baldaquino de Bernini hasta este miércoles. Haz una foto rápidamente. Apenas hay tiempo para una verdadera pausa. Sólo los invitados de honor de la izquierda y la derecha tienen tiempo para rezar.
Almohadas y vigilia de la Guardia Suiza
Benedicto XVI, nacido Joseph Ratzinger en Alemania, fue recostado sobre almohadas. Sólo será colocado en un sarcófago más tarde. La Guardia Suiza vigila los restos con atuendo litúrgico. Una imagen inquietante para algunos, triste para otros.
Un simple rosario
Un simple rosario, un último pensamiento, una pequeña oración, una persinada. Benedicto XIV (fotografiado aquí en el monasterio Mater Ecclesiae el día de Año Nuevo).
Decenas de miles de sillas
Las hileras grises de sillas no son una instalación artística, sino que esperan a miles de invitados el jueves. Hay sitio para unos 23.000. Otros 40.000 pueden aguantar. Benedicto XVI deseaba una celebración modesta. Para los estándares papales, lo será. Al funeral de Juan Pablo II en 2005 asistieron un millón de personas.
Un recuerdo del "maestro de la fe"
La tienda de recuerdos del Vaticano vende recuerdos del difunto Papa. La tienda está llena.