Una batalla entre tres
12 de marzo de 2010Louis van Gaal (Bayern, 1º, 53 puntos)
El tiempo se ha encargado de darle la razón al entrenador holandés; un furioso final de la primera vuelta del campeonato, y un constante rendimiento en lo corrido del 2010, le bastaron para callar las voces que censuraron su estilo y lo señalaron como "un hombre obsesionado con el control del balón", "demasiado serio y fanático de la disciplina", "irrespetuoso de las estrellas".
En el Bayern no cayó bien, al principio, que el entrenador no le otorgara prebendas a las figuras del equipo, Franck Ribéry y Luca Toni, como tampoco que prescindiera en la primera fase del campeonato de la adquisición más costosa en la historia del fútbol alemán, el delantero Mario Gómez. El holandés, sin embargo, se mantuvo impasible e incluso se permitió un par de salidas en falso en público en respuesta a las críticas ("soy Dios"); aún en los momentos en los que su puesto tambaleó con más fuerza (cuando estuvo a punto de quedar fuera de la Champions League en la primera ronda) se mantuvo fiel a sus principios: "dominancia controlada", "aquí juegan los que rinden en el entrenamiento", "no me importa cómo se llamen, si no están bien físicamente, no lo pongo".
La experiencia obtenida recolectando trofeos se impuso: con Ajax Amsterdam 3 campeonatos holandeses, el título en la Champions League, la Copa UEFA y la Copa Mundial de clubes; con Barcelona dos campeonatos en España y la Copa del Rey; con AZ Alkmaar campeón de Holanda. Con el Bayern aún no ha ganado nada, pero su balance es tan positivo que sí el año terminara hoy, se podría considerar como una victoria: el club de Múnich volvió a ocupar el primer lugar en la tabla de la Bundesliga después de 57 jornadas de espera (652 días); alcanzó de nuevo los cuartos de final de la Champions League y la semifinal de la Copa Alemana, y le entregó al equipo cuatro nuevas figuras juveniles formadas en su cantera, Thomas Müller, Holger Badstuber, Diego Contento y David Alaba.
Felix Magath (Schalke, 2º, 51 puntos)
El actual entrenador campeón de Alemania abandonó el Wolfsburgo en busca de "mayores retos" para asumir el comando de un club que literalmente llenaba la descripción, el Schalke, un equipo de gran tradición pero plagado de problemas deportivos y financieros, al que los "expertos" ya habían tachado de su lista de aspirantes al título desde antes de iniciar el torneo.
Magath se lo tomó con calma; pese a ser un hombre acostumbrado a ganar (con Bayern dos veces campeón de la Bundesliga y de la Copa Alemana, con Wolfsburgo campeón alemán el año pasado), nunca mencionó la posibilidad de obtener el título con el Schalke pese a que desde el inicio del torneo ha estado en la punta de la tabla. Incluso ahora que es segundo se niega a hacerlo y advierte que "eso no es un tema, hay que esperar".
Su éxito radica en haberle apostado a la juventud, en acudir a talentos desconocidos que han despuntado en la Bundesliga (el peruano Carlos Zambrano, el central Benedikt Höwedes, Joel Matip, Lukas Schmitz, Christoph
Moritz) de la mano de veteranos como el brasilero Marcelo Bordón, el peruano Jefferson Farfán, y el atacante de origen panameño Kevin Kuranyi. La afición del Schalke ha depositado en Felix Magath toda su confianza para volver a celebrar el campeonato de la Bundesliga, que no consigue desde hace 52 años.
Jupp Heynckes (Leverkusen, 3º, 50 puntos)
Hace un año el Bayern lo reactivó del retiro como "solución transitoria", tras despedir a Jürgen Klinsmann, con la tarea de rescatar por lo menos la clasificación directa a la Champions League para el club de Múnich. Heynckes cumplió su misión y quedó "picado" nuevamente con el mundo del fútbol, por eso, al cerrarse la puerta en el Bayern, que contrató a Louis van Gaal, aceptó la oferta del Leverkusen.
Heynckes ha cosechado todos los triunfos que el fútbol ofrece, como jugador (campeón mundial con Alemania en 1974, goleador de la Bundesliga, goleador y campeón de la Copa UEFA), y como entrenador (Champions League con el Real Madrid, campeón alemán con el Bayern); en esta temporada ha ocupado con el Leverkusen durante 17 jornadas la primera posición del torneo, estuvo 24 partidos invicto (rompiendo su propio récord, que poseía con el Bayern), y ha formado el equipo con el fútbol más atractivo y dinámico de Alemania, pese al bajo promedio de edad de sus jugadores.
La experiencia y el carisma del entrenador han conseguido liberar al Leverkusen de su negativo estigma como "eternos segundones" e incluso, aún siendo hoy terceros en la tabla, sus seguidores se atreven a hablar del título como si fuera la consecuencia lógica del trabajo de Heynckes.
Autor: Daniel Martínez
Editor: Pablo Kummetz