Francia e Italia vs Schengen
26 de abril de 2011Al parecer, la reciente tensión entre Italia y Francia por el tema de los inmigrantes tunecinos ha sido superada en Roma. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, han decidido dirigirse al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y al presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, solicitando una flexibilización del tratado de Schengen.
El tratado permite la libre circulación de bienes y personas entre los países que lo han suscrito. Los mandatarios de Francia e Italia abogan en la misiva por una mejor cooperación entre Bruselas y los países afectados por la oleada de inmigrantes.
Aunque lo que ha desatado esta polémica han sido los acontecimientos en el norte del África y la consiguiente llegada de decenas de miles de personas buscando nuevos horizontes en el Viejo Continente, el tema de la inmigración y su regulación es una manzana de la discordia entrada en años. A cada crisis migratoria han sido los países fronterizos los que han tenido que buscar una solución; la solidaridad entre los socios del club europeo no siempre ha resultado patente.
España se opone
"El gobierno no es partidario de tomar decisiones en función de cómo evolucionan acontecimientos que pueden tener un carácter coyuntural y temporal", declaró la ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez.
“España no quiere dar marcha atrás en conquistas y avances en el seno de la Unión Europea", puntualizó. Para el secretario de Estado de Asuntos Exteriores e Iberoamericanos, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, eso sería “una catástrofe" y significaría volver a "actitudes puramente nacionalistas o egoístas en materia de inmigración”.
Revisión en camino
Así las cosas, con la carta en camino, portavoces de la Comisión Europea aseguran desde Bruselas que el acuerdo de Schengen no se puede modificar ni flexibilizar. “No es ninguna opción; las reglas de Schengen forman parte de los Tratados de la UE y hay que respetarlos, en caso contrario hay que salirse de la UE", comentó Olivier Bailly, portavoz de la Comisión Europea.
Sin embargo, el documento -en vigor desde 1995- amerita una revisión. “Los textos deben evolucionar, porque las situaciones evolucionan. Pero no es una revolución, se trata de aportar más claridad a lo que ya está en vigor", comentó Patrizio Fiorilli, portavoz del comisario europeo de Presupuesto, Janusz Lewandowsky. "El principal punto es mejorar la coordinación entre los Estados miembros y evitar que un país tenga que tomar decisiones unilaterales”, explicó Fiorilli.
En cuanto a la exigencia de aumentar los medios de la Agencia Frontex, que guarda los bordes exteriores de la UE, al parecer, no existe desacuerdo: “No se puede esperar que los Estados miembros contribuyan de manera voluntaria e individual a Frontex, hace falta que la agencia tenga medios propios para que sean movilizados más rápidamente", aseveró, por su parte, Olivier Bailly, portavoz de la Comisión Europea.
¿Alemania también?
Teniendo todo esto en cuenta, la Comisión Europea planea, para el 4 de mayo, tener listo un documento acerca del Tratado de Schengen que podría ser debatido en el próximo encuentro de los ministros del Interior y puesto a consideración del Consejo de la Unión Europea en junio.
Entretanto, el ministro alemán del Interior, el conservador Hans-Peter Friedrich, se ha pronunciado también: Alemania, entre los cinco países fundadores del ámbito de libre circulación, estaría igualmente a favor de controles fronterizos, por lo menos en casos extremos.
Autora: Mirra Banchón/dpa/efe/swr
Editora: Rosa Muñoz Lima