Una red global para informar sobre el clima: el objetivo en Ginebra

No todo el mundo ha oído hablar de ellas y, sin embargo, las dos primeras conferencias de la Organización Mundial de Meteorología (OMM), celebradas en 1979 y 1990, marcaron grandes hitos. En su día el objetivo fue alzar el cambio climático a la categoría de desafío global y estos encuentros llevaron a la instauración del Consejo de Medio Ambiente y de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Ahora, a tres meses de la decisiva Cumbre Climática de Copenhague, que tendrá lugar a finales de 2009 y en la que se espera poder acordar un tratado que suceda al de Kioto, la tercera Conferencia de la OMM busca convertirse en el puente que una las grandes políticas medioambientales con su llevada a la práctica sobre el terreno.

"Con la tercera Conferencia Mundial del Clima queremos darle forma a una red internacional que se ocupe de los aspectos técnicos de las cuestiones medioambientales: elementos relevantes tanto de cara a la Cumbre de Copenhague como para los políticos y las instituciones que tratan estos temas a diario ", explica José Romero, uno de los directivos del evento y miembro del Departamento de Medio Ambiente de Suiza.

Información accesible a todos

Sobre todo, Romero enumera cuatro áreas: agua, energía, agricultura y planificación urbana- todas ellas disfrutarían especialmente de las ventajas de contar con un de intercambio sistemático de información climática.

"Los servicios meteorológicos y las autoridades medioambientales de todo el mundo disponen de un sinfín de datos y gran capacidad para pronosticar los desarrollos futuros en diferentes ámbitos", indica el experto, "el ambicioso objetivo de la Conferencia es integrar todo esto en una red y que ésta se convierta en una herramienta útil", allí donde debe implementarse lo que se decide en las altas esferas.

Sin lugar a dudas, uno de los sectores a los que esta herramienta le podría resultar tremendamente útil es el agrario. Si las cosas proceden como temen los meteorólogos, el campo tendrá que preparase para situaciones climáticas cada vez más extremas. En algunos lugares se verá obligado a luchar contra las inundaciones, en otros contra las sequías, teniendo que adaptar en consecuencia sus prácticas y sus plantas y semillas: un proceso en el que el saber podría ser de vital importancia.

"Los cambios en la pluviosidad, por ejemplo, es un dato fundamental para los agricultores porque les permite adelantarse a una posible escasez de agua almacenando líquido para el riego. El acceso a este tipo de información debe ser sencillo y la misma estar acorde a las necesidades de los usuarios", dice Romero.

Papel muy relevante

La red internacional que esboza la OMM sería un servicio abierto a todos que, en su labor informativa, haría uso de cualquier medio a su alcance: desde la tecnología satelital más cara hasta la difusión radiofónica de alarmas meteorológicas o amenazas de plagas de insectos en países con una infraestructura menos desarrollada.

"La Conferencia Mundial del Clima juega un papel muy relevante porque los expertos van a hablar, por primera vez en un marco como éste, sobre las vías para llegar a los responsables y poder así tomar medidas ante los resultados de las predicciones climáticas", indica Gerd Tetzlaff, del Comité Alemán para la Prevención de Catástrofes.

Y es que, como dice Walter Amman, de la organización Global Risk Forum, "ahora mismo, no se puede discutir lo suficiente sobre esta problemática: cualquier esfuerzo en el campo medioambiental tiene gran valor."

Autor: Irene Quaile/ Luna Bolívar

Editor: José Ospina Valencia