¿Segunda oportunidad?
6 de enero de 2012Aunque la entrevista que el presidente de Alemania, Christian Wulff, concedió este miércoles (4.1.2012) no disipó el escándalo que lo rodea desde diciembre, el jefe de Estado parece haber recuperado parte del respaldo ciudadano que había perdido en días anteriores. Esa es la impresión que dejan los resultados de una encuesta publicada en la noche del jueves (5.1.2012) en un boletín especial de la televisora estatal ARD.
Más relevante para Wulff, en términos políticos, es el hecho de que la canciller alemana, Angela Merkel, haya roto su silencio para darle su apoyo, “como persona y como presidente”. El portavoz de la mandataria anunció este viernes (6.1.2012) que Merkel saludaba las declaraciones públicas del jefe de Estado, describiéndolas como un paso importante para recuperar la confianza de los ciudadanos.
El político democristiano está en la mira de los alemanes desde que se dio a conocer que, en 2008, siendo la máxima autoridad del Estado federado de Baja Sajonia, había recibido un préstamo privado, con condiciones excepcionalmente beneficiosas y bajo opacas circunstancias. Las críticas arreciaron cuando se supo que Wulff ejerció presión sobre la prensa, más de una vez, para que no tocara ese y otros tópicos relacionados con su vida familiar y su gestión gubernamental.
“Reflejo protector”
El 60 por ciento de las personas que vieron la entrevista en cuestión cree que Wulff merece “una segunda oportunidad”, con todo y que el 61 por ciento de los consultados dijo no haber quedado convencido por las explicaciones del presidente. Después de la entrevista, la facción que demandaba su dimisión inmediata se redujo del 50 al 41 por ciento. No obstante, un 49 por ciento cree que Wulff abandonará el cargo antes de 2013.
La prensa local comentó esta tendencia criticando el hecho de que Wulff se haya presentado como una víctima durante los 21 minutos que duró la entrevista –transmitida por ARD y ZDF, el segundo canal de televisión pública alemana– y señalando que el debate había activado el “reflejo protector” de la opinión pública: según el sondeo de ARD, el 57 por ciento de los consultados cree que “los medios quieren acabar con Wulff”.
Lo mismo argumentan quienes alzan la voz para defender al presidente. Jürgen Koppelin, del Partido Liberal (FDP), dijo a Deutschlandfunk que es “injusto, hasta cierto punto”, que los periodistas quieran ver publicado el mensaje que un Wulff iracundo dejó en el buzón del jefe de redacción del diario alemán Bild, siendo ellos los más interesados en proteger la inviolabilidad de las conversaciones telefónicas y la esfera privada.
El mensaje de Wulff
Este 6 de enero, citando a personas allegadas a quienes transcribieron el recado dejado por Wulff, el programa matutino de ARD dejó saber que el presidente no mintió en la entrevista del miércoles cuando dijo haber pedido a Bild que postergara la publicación del reportaje sobre el polémico préstamo y no intervenido para impedir que viera la luz. Bild sostiene que la llamada de Wulff buscaba evitar que el asunto se divulgara.
Pero, si el contenido de esa llamada telefónica puede contribuir a reinstaurar la credibilidad del jefe de Estado, aunque sea parcialmente, ¿por qué se rehúsa Wulff a permitir que se haga público? Eso se preguntan quienes insisten en que la ciudadanía sepa exactamente qué fue lo que el presidente le dijo al jefe de redacción de Bild, Kai Diekmann. Varios profesionales del Derecho se han pronunciado para alentar la publicación del mensaje.
“La mayoría de los juristas está convencida de que, cuando uno deja un mensaje en la contestadora de un teléfono móvil, uno sabe que ese mensaje puede ser usado más tarde”, alegaba Butz Peters, abogado especializado en derecho mediático, en entrevista con Deutschlandfunk. Otros expertos en Derecho Estatal coinciden con Peters en que el mensaje de Wulff puede ser publicado por Bild sin temor a romper ley alguna.
Una nueva contradicción
El diario Die Welt de este viernes (6.1.2012) ha echado leña al fuego al contradecir otra afirmación hecha por el presidente en la entrevista del 4 de diciembre. En sus páginas, voceros del Banco de Baden-Wurtemberg dejaron claro que el contrato para la liberación del crédito solicitado por Wulff con miras a financiar los costos de su casa en Burgwedel, Baja Sajonia, no fue apalabrado en noviembre, como lo aseguró el jefe de Estado.
“El acuerdo para la concesión de un crédito sólo puede sellarse por escrito”, enfatizaron los portavoces del banco, especificando que el contrato fue emitido el 12 de diciembre de 2011 y firmado el día 21, casi una semana después de que estallara el escándalo en torno al financiamiento de su vivienda. Esto sugiere que Wulff está lejos de poder liberarse de la maraña de omisiones y medias verdades que él mismo ha urdido.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editor: Enrique López