Suiza debate abandono nuclear
18 de abril de 2011Una amplia alianza política prepara el apagón nuclear en la confederación helvética, informan medios suizos. Parlamentarios suizos presentan un plan para que consorcios energéticos y consejo federal creen un fondo de mil millones de francos suizos para financiar inversiones que incrementen la eficiencia energética y la ampliación de fuentes alternativas de energía como la fotovoltaica. El proyecto “Transformación energética suiza” incluye medidas que permitirían al país alpino desenchufar sus centrales nucleares hasta el año 2050.
El proyecto no es nuevo: una amplia coalición de políticos y representantes de consorcios energéticos lo tiene en el cajón. Pero el momento de sacarlo a la luz es ahora, después de la catástrofe del Japón y antes de las elecciones en octubre; ahora, cuando a todo nivel se discute la posibilidad de acabar con el peligro que representa la energía proveniente de las centrales atómicas.
Hasta hace poco, la mayoría de los suizos no tenía nada en contra de ella. En el año 2008, organizaciones ecologistas, socialdemócratas y verdes tuvieron que enfrentar la clara negativa del 58,4 por ciento de la población a cesar la construcción de nuevas centrales nucleares. Es más, el 66,3 por ciento votó en contra de apagar las centrales existentes, aunque en parte funcionen con una tecnología de la década de los 70 del siglo anterior.
Nuclear en buena parte
Suiza se abastece en un 56 por ciento con centrales hidroeléctricas y un 40 por ciento con cinco centrales nucleares, de las cuales tres están localizadas muy cerca de la frontera con Alemania; la vida útil de tres de ellas (Mühleberg y Breznau 1 y 2) debería terminar en el año 2020. Con todo, según afirma la ministra suiza de Medio Ambiente, Doris Leuthard, el nivel de seguridad de las centrales helvéticas supera el alemán; las centrales han sido modernizadas constantemente y rebasan positivamente el límite que quieren imponer los test de estrés de la UE.
Un giro inesperado
Pero las imágenes del Japón son las que son. Y los proyectos de construcción de nuevas centrales nucleares –que en la democracia directa suiza tienen que ser aprobados por referéndum- han sido congelados. “No puedo imaginar que, después de Fukushima, la mayoría de ciudadanos suizos votase a favor de la construcción de una nueva central”, declaraba a comienzos de abril Moritz Leuenberger, titular del ministerio de Energía de 1995 a 2010.
Y la ministra suiza de Exteriores, Michelina Calmy-Rey, lo dejó entrever recientemente: “Suiza analiza un posible apagón nuclear”. Esto representaría un giro inesperado en el país. Al cambio de dirección en el viento energético en Suiza aportan también las corrientes que vienen del país vecino; los alienta el resultado de las elecciones en la vecina germana Baden-Württemberg; ahí Los Verdes –portaestandartes en el tema “¿Nuclear? No, gracias”- lograron hace pocas semanas un éxito histórico.
El plan de abandono nuclear se pondrá a debate la próxima sesión extraordinaria acerca del futuro energético del país, en Parlamento en el mes de junio. Con ello se quiere conseguir, también, que ninguno de los partidos se adueñe del tema durante la próxima campaña electoral.
Autora: Mirra Banchón(dpa/dlf/taz)
Editora: Emila Rojas