Unión bancaria: ¿todavía muy lejana?
20 de octubre de 2012La crisis de la deuda lo dejó claro: una unión monetaria requiere de una unión bancaria. Así lo decidieron en la cumbre de la UE en junio en Bruselas. El primer paso en esa dirección es una entidad supervisora central. Luego se requiere de fondos para, en caso de necesidad, proveer a los bancos afectados de capital fresco. A su vez esto necesita procedimiento para organizar la quiebra de los bancos y un fondo común para garantizar los ahorros. Este procedimiento existe ya, pero sólo en algunos de los Estados miembros de la zona euro. La UE quiere organizarlos centralmente, para –así la versión oficial- aumentar su efectividad y su independencia.
Todavía cuesta arriba
Se prevé que la entidad esté en funcionamiento a finales de 2013. “Pero eso no quiere decir que se haya llegado a la cima. Habrá que dedicarse a quitar el obstáculo que representa el desequilibrio de una unión monetaria y una incompleta unión fiscal”, opina Janis Emmanouilidis del think tank European Policy Centre, con sede en Bruselas.
La canciller alemana, Angela Merkel, reconoció después de la cumbre que queda mucho por hacer. La directa recapitalización de los bancos requiere de un fondo; que a él tengan que aportar también los bancos permite vislumbrar una tarea de años. A la opción de que se incluya los fondos de emergencia que ya existen en algunos Estados se opone Alemania: no ve por qué las cajas de ahorro bávaras tengan que garantizar los ahorros de los bancos andaluces en quiebra.
Unión bancaria, sólo para bancos saludables
Hasta el 2014, 6.000 bancos de la Unión Europea deberán estar comprendidos en la unión. ¿Cuáles tendrán que someterse a la supervisión central? ¿Sólo los bancos sanos y con liquidez o también los que tienen problemas porque especularon demasiado en España, Irlanda, Eslovenia y Grecia?
“Alemania, Finlandia y Holanda- han anunciado que la ayuda directa a los bancos se otorgará sólo a aquellos que estén en dificultades en el futuro. Se intenta desacoplar las cargas del pasado de los problemas del futuro. El potencial de conflicto entre los países donantes y los potenciales receptores, como España, es fuerte”, opina Emmanoulidis.
“Requiere tiempo”
Tanto España como Italia apostaban por que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) recapitalizara sus bancos tan pronto estuviera lista la entidad de supervisión, pero esto sucederá apenas en un año. “Si nos fijamos tan solo en la organización práctica, nos damos cuenta que no se puede lograr en un mes y medio”, dijo la canciller alemana.
Obstáculos legales
Aparte de todo lo anterior, hay algunas cuestiones legales que también deben ser aclaradas. ¿Cómo garantizar la clara separación entre las actuales tareas del Banco Central Europeo (BCE) y las futuras de supervisión? ¿Qué tribunal probará las decisiones? ¿Qué parlamento se encargará de su control? ¿Cómo participarán los Estados que no forman del euro? Gran Bretaña y Dinamarca también están ahí: ambos países no quieren ser parte de la zona euro pero quieren participar en la unión bancaria.
Ante esta panorama, Georg Fahrenschon, presidente de la Asociación de Cajas de Ahorro Alemanas (DSGV), ve más bien con escepticismo el proyecto, teme que las cajas de ahorro estatales –de las cuales no es de esperarse tanto riesgo como de los bancos privados- se vean constantemente corregidas y aleccionadas por “una entidad paquidérmica poco capaz de funcionar”.
Autor: Bernd Riegert/Mirra Banchón
Editor: Enrique López