Víctimas de trata e impunidad, al alza en la Unión Europea

En el encuentro de la Plataforma Europea de Organizaciones de la Sociedad Civil contra la Trata se presentó esta semana uninforme al respecto, con datos de los 28 países de la Unión Europea (UE). 

Sólo entre 2015 y 2016 fueron registradas 20.532 personas como víctimas de trata. El 68% de las víctimas de trata son mujeres. El 23% son menores. El 56% de ellas han sido captadas con el objetivo de ser explotadas sexualmente.

El 26% del total de víctimas fue destinado a la explotación laboral en el sector agrícola, de la construcción y en el trabajo doméstico. Un 18% de las víctimas de trata se destinó a otros sectores, como la mendicidad forzada, el tráfico de órganos o la entrega de hijos recién nacidos. 

Mujeres latinoamericanas: cifras significativas

Hasta el año que tiene en cuenta el informe (2016), el 44% de las víctimas son ciudadanos europeos; el 56% proviene de fuera del bloque europeo, principalmente de Nigeria, Albania, Vietnam, China y Eritrea.

Entre los 28 países con mayor número de víctimas, de América Latina sólo figura Brasil. Los países europeos de destino de estas víctimas de trata son España, Francia, Italia, Luxemburgo, Holanda y Portugal.

"Las cifras globales distorsionan las realidades parciales por país. Y en España sí hay muchas nigerianas, pero la presencia de mujeres de América latina víctimas de trata es significativa”, explica a DW Marta González, coordinadora del Proyecto Esperanza-Adoratrices. Esta organización de la sociedad civil asiste a mujeres víctimas cubriendo sus necesidades básicas.

El que no haya otro origen latinoamericano en las estadísticas no se debe a su ausencia, sobre todo en España. "En nuestro trabajo vemos cómo se plasma en esas personas las crisis en sus países de origen, que las ponen en condición de vulnerabilidad. En este momento hay muchas venezolanas, salvadoreñas y hondureñas, por ejemplo”, agrega González.

Llamativa, así la especialista de Proyecto Esperanza, ha sido en los últimos tiempos la presencia de mujeres venezolanas víctimas de trata para comisión de actividades delictivas.

"En el ramo agrícola casi no detectamos personas de origen latinoamericano”, cuenta por su parte a DW Hilde Daems, experta del equipo de inclusión de Cáritas Española.

"Pero si vamos al ámbito de la explotación sexual, la mayoría de las víctimas siguen siendo transexuales provenientes de Latinoamérica”, agrega. El enfoque de su organización es acompañar a las víctimas y apoyarlas "para que sean protagonistas de su vida”.

Redes y vías de la trata

Según el informe, la internet y las redes sociales son espacios de captación de víctimas. También lo son las vías legales de asilo.

"A diferencia de las redes subsaharinas, en el caso de la mayoría de los países latinoamericanos, las víctimas llegan por vías legales porque no se requiere de visa, hasta los 90 días”, cuenta González. En caso de querer solicitar asilo, al tocar suelo europeo podrían pedirlo.

"Si bien la entrada es legal, llegan con una deuda económica significativa porque les han tenido que facilitar el billete de avión, el dinero que tienen que mostrar en la aduana, la reserva del hotel. La mayoría entra legalmente por puesto fronterizo habilitado, pero muchas vienen como víctimas de trata”, agrega González.

Acabar con la impunidad

En la recolección de datos para la elaboración del informe han cooperado los Estados miembros de la UE, organizaciones de la sociedad civil, Eurojust e Interpol. La cooperación transfronteriza se ve también como un avance.

Donde no se ha progresado mucho es en el castigo a los traficantes. De los 7503 sospechosos detectados, 5.979 han sido procesados, y condenados, solo 2927. Por otro lado, entre el 2015 y el 2016 ha habido únicamente 18 condenas por usar los servicios de una víctima de trata.

La directiva europea prevé como punible a toda persona que use conscientemente los servicios de una víctima, "sea en la prostitución, en el servicio doméstico, en salones de manicura…”, sigue González, subrayando que existe consenso en cuanto a que el marco de impunidad es muy grande. 

¿Acabar con la cultura de la impunidad penalizando al comprador de servicios? "La trata es muy compleja. La solución tiene que ser muy amplia. Si ponemos el foco en un sitio u otro es erróneo. Hay que dejar de ver como normal no solo comprar servicios sexuales sino comprar fuerza laboral, o una víctima de trata en la agricultura, en la hostelería o en los servicios domésticos. Tiene que ser una solución más holística y tiene que tener voluntad política ”, subraya Daems.

(CP)

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