Venezuela: militares toman bastión opositor en Caracas
17 de marzo de 2014
Fuerzas militares y policiales venezolanas ocuparon la emblemática plaza Altamira y sus zonas adyacentes, en el Este de Caracas, en un esfuerzo por acabar con las protestas contra el gobierno que se escenifican en el municipio de Chacao desde hace más de un mes. Un grupo conformado por más de 1.000 policías y soldados de la militarizada Guardia Nacional ha tomado la plaza por tiempo indefinido, con el fin de evitar nuevas protestas.
El municipio de Chacao, el más pequeño de los cinco que conforman el área metropolitana de Caracas, es escenario de duros enfrentamiento entre la fuerza pública y los manifestantes desde el pasado 12 de febrero, día que comenzaron las protestas contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro, y que han dejado 29 muertos y más de 500 heridos.
El propio Maduro dio un ultimátum a los manifestantes durante el fin de semana para que se retiraran de Chacao y, en especial, de la plaza Altamira, amenazando con enviar soldados en caso de que no se desmovilizaran las concentraciones.
Aumentan los fallecidos
La ministra de Comunicación e Información, Delcy Rodríguez, dijo que los militares "entregaron" al alcalde la plaza "liberada, como un territorio de paz", y que espera que se mantenga en calma. "Es un operativo que fue instalado desde la madrugada para recuperar este espacio de la violencia, del terrorismo y del vandalismo", agregó.
El municipio residencial, en el que viven algo más de 60.000 personas, se ha convertido en un reducto de la oposición al gobierno bolivariano. El recientemente encarcelado dirigente Leopoldo López fue alcalde del municipio entre 2000 y 2008.
El número de muertos sigue creciendo desde que empezaron las protestas, hace poco más de un mes. Este lunes, José Guillén, capitán de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), fue alcanzado por una bala cuando dispersaba un piquete en una avenida principal al Oeste de Caracas, informó el Gobierno. Las protestas son, sobre todo, una muestra de descontento por la alta inflación, el desabastecimiento y la criminalidad en la que está sumido el país, y de la que culpan los manifestantes al presidente Nicolás Maduro.
JC (dpa, Reuters)