Veto a los minaretes: la economía suiza tiembla ante posible boicot
1 de diciembre de 2009Tanto la Unión Europea como Naciones Unidas criticaron la decisión adoptada tras un referendum realizado el domingo pasado. “No es un voto en contra del islam sino contra su manifestación fundamentalista”, dijo la ministra de Justicia suiza, Evelyne Widmer-Schlumpf, tratando de justificar los resultados.
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la sudafricana Navi Pillay, calificó la prohibición como profundamente disgregadora y contraria a las obligaciones internacionales del país alpino.
Los votantes suizos adoptaron, con un 57 por ciento de los votos, una prohibición de una estructura arquitectónica vinculada al islam, que fue promovida por la derecha, desafiando al Gobierno y al Parlamento que habían rechazado la iniciativa por violar la Constitución, la libertad de religión y una apreciada tradición de tolerancia en el país. Un grupo de políticos del SVP, el partido más grande del país, y de la Unión Federal Democrática reunieron firmas suficientes para forzar el referendo sobre la iniciativa, que se oponía a la islamización de Suiza.
Si hay suizos tolerantes
Ese mismo domingo en el que fue realizada la consulta popular unos doscientos manifestantes se congregaron en una plaza de Zurich, portando trece torres de mezquitas hechas con cartón con las que manifestaron su solidaridad con sus vecinos musulmanes. Otros incluso se integraron a un grupo en Facebook llamado “Me avergüenzo del resultado de la iniciativa de minaretes”. Entre tanto, dicha red cuenta ya con más de 50.000 miembros. “Sí, hay suizos tolerantes y abiertos”, comentaba el diario alemán, Sueddeutsche Zeitung, “aunque su reacción es tardía”.
Los políticos suizos se lamentan de que no hubo una discusión profunda de valores y que la votación sólo conjuró los miedos de la población. La ministra del Exterior suiza, Micheline Calmy-Rey, dijo que la prohibición supone nuevos riesgos para la seguridad del país. “Estamos preocupados por ese voto, cada golpe a la coexistencia de diferentes culturas y religiones pone en peligro nuestra seguridad, porque las provocaciones generan otras provocaciones”, afirmó la ministra.
Contener los daños
Suiza, con una población de 7,7 millones de habitantes, es hogar de más de 300.000 musulmanes, la mayoría proveniente de Bosnia, Kosovo y Turquía. Pero, sobre todo, es la economía suiza la que podría resultar perjudicada si los países musulmanes le dan la espalda. El país exportó en 2008 productos por un valor de 14.500 millones de francos suizos a países islámicos, lo que es equivalente a un 7% del total de sus exportaciones. Provenientes de dichos países llegó un 5% del turismo que visitó el país. “El nombre de Suiza como país tolerante ha sido dañado”, dijo el presidente de la asociación patronal Suissmem, Johann Schneider-Ammann.
La economía, que de por sí sufre una recesión, podría verse aún más deteriorada. Tanto los bancos suizos, los fabricantes de relojes y la industria de la transportación temen lo peor en caso de que los países musulmanes declaren un boicot a los productos y bancos suizos.
Reacciones en Europa
En otras capitales europeas las reacciones fueron de rechazo y sorpresa. La ministra de Justicia de Austria, Maria Fekter se mostró sorprendida de que fuera posible una votación semejante en el vecino país. “En Austria defendemos el principio de la libertad religiosa y los templos son parte de ello”, dijo. En Bruselas, las reacciones fueron de conmoción. El ministro del Exterior sueco y representante de la presidencia en turno de la Unión Europea, Carl Bildt, criticó la decisión y puso en tela de juicio la futura realización de actividades y encuentros de Naciones Unidas en el país helvético.
Turquía se sumó a la ola de preocupación calificando la votación de “desarrollo desafortunado contra los valores humanitarios y libertades fundamentales”.
Sólo la derecha aplaudió los resultados de la consulta popular. La ultraconservadora y xenófoba Liga Norte de Italia, en coalición en el Gobierno de Silvio Berlusconi, había propuesto antes de los suizos un referéndum similar en Italia.
Autora: Eva Usi
Editora: Luna Bolívar