Orbán, presidente del Consejo Europeo: lo que cabe esperar
1 de julio de 2024El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, es el primer presidente del Consejo de la Unión Europea que ataca y menosprecia públicamente las instituciones de la UE. En varios discursos y entrevistas, ha afirmado repetidamente que la UE amenaza la soberanía de Hungría y destruye sus pequeñas y medianas empresas, así como la agricultura, por lo que "tuvo que trasladarse a Bruselas", con el fin de "sacudir sus estructuras de poder".
En los últimos años, Hungría ha vetado en varias ocasiones las decisiones tomadas por otros Estados miembros de la UE. A pesar del escepticismo del Gobierno húngaro hacia la UE, el ministro de Asuntos Europeos, Janos Boka, asegura que su país será un "honesto mediador". Hasta finales de 2024, Hungría presidirá las reuniones de los consejos de ministros, fijará los órdenes del día y dirigirá las negociaciones con el Parlamento de la UE.
Procedimientos contra Hungría
Nunca antes en la historia de la UE, un país que ocupara la presidencia del Consejo había tenido conflictos de intereses tan importantes como Hungría. En virtud del artículo 7 de los acuerdos de la UE, el Gobierno de Budapest es objeto de un procedimiento por poner en peligro fundamental el Estado de derecho. Además, la Comisión de la UE está llevando a cabo numerosos procesos contra el país por violaciones del Estado de derecho.
El Tribunal de Justicia Europeo acaba de imponer una fuerte multa a Hungría porque el Gobierno no aplica correctamente la legislación europea sobre asilo y migración. Viktor Orbán calificó la sentencia de "indignante" y anunció que no la iba a aceptar, y que los jefes de Estado y de Gobierno que no estuvieran de acuerdo tendrían que ser "expulsados". Ahora el acusado pasa a ocupar la presidencia durante seis meses y se espera que actúe con neutralidad. Muchos observadores en Bruselas dudan de que esto sea posible.
Hungría quiere su dinero
El tira y afloja entre el primer ministro Orbán y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, es especialmente delicado cuando se trata de la ayuda financiera a Hungría. Aunque Budapest rechaza enérgicamente la UE y sus normas sobre Estado de derecho en su forma actual, el Gobierno húngaro exige el desembolso de las subvenciones de los fondos de recuperación y cohesión creados en la pandemia.
La UE congeló un total de 30.000 millones de euros en inyecciones financieras para Hungría, porque existe un riesgo real de corrupción y no considera independientes a los tribunales húngaros. Parte del dinero se liberó después, con el objetivo de ganar la necesaria aprobación de Viktor Orbán para obtener una mayor ayuda política y militar a Ucrania, devastada por la guerra. Es la primera vez que se sanciona a un presidente del Consejo de la UE en virtud del llamado "mecanismo del Estado de derecho".
Hungría no quiere ayudar a Ucrania
El ministro húngaro de Asuntos Europeos, Janos Boka, no da esperanzas a Ucrania de avanzar rápidamente en las negociaciones de adhesión, que acaban de comenzar: bajo la presidencia húngara, no se abrirá ninguno de los 35 capítulos de negociación pendientes, dijo ya. Siempre que puede, Budapest bloquea la ayuda financiera a Ucrania. Actualmente, Hungría se niega a desbloquear de un fondo de la UE una ayuda militar de 6.600 millones de euros.
Hasta el momento, el Gobierno húngaro ha dejado en el aire si el futuro presidente del Consejo mantendrá este veto, algo que supondría un hecho inédito por parte del "honesto mediador", que se supone que debe desempeñar la presidencia del Consejo en la búsqueda de compromisos. El primer ministro húngaro, que mantiene buenas relaciones económicas con empresas rusas a pesar de las sanciones de la UE, se presentó en la campaña electoral de la UE como el partidario de la paz.
Avanzar con países de los Balcanes
En cambio, los países candidatos de los Balcanes pueden esperar un mayor impulso en sus negociaciones con la UE. Según Janos Boka, la presión que se ejerce en algunas partes de la UE a favor de la adhesión de Ucrania, debe reorientarse hacia los Balcanes.
Cabe suponer que podrían abrirse una serie de nuevos capítulos de negociación con Serbia. Hungría y Serbia comparten reservas sobre la política europea respecto a Ucrania y son más bien receptivos hacia las demandas rusas. Según la Comisión Europea, Serbia se ha alejado más de la adhesión en lugar de acercarse, debido a su Estado cada vez más autoritario.
Los planes de la presidencia húngara pasan por cerrar con Montenegro tantos capítulos de las negociaciones de adhesión como sea posible. También quiere avanzar con Macedonia del Norte y Albania.
No sobrestimar el poder de Hungría
Thu Nguyen, del think tank Centro Jacques Delors, escribe en un análisis para la revista Internationale Politik que no hay que sobrestimar la influencia que tiene una presidencia del Consejo de la UE en los asuntos de la Unión. Entre otras razones, porque el programa de las presidencias está fijado a largo plazo.
De todos modos, Nguyen recalca que, tradicionalmente, justo después de la elección del Parlamento Europeo, ocurren muy pocas cosas en materia legislativa, por lo que esta presidencia "caerá en un periodo en el que las instituciones de la UE estarán ocupadas con el reparto de puestos y, sobre todo, con el nombramiento de la nueva Comisión", afirma la experta.
La oportunidad de ejercer el papel de moderador en las negociaciones trilaterales entre la Comisión, el Consejo y el Parlamento sobre proyectos legislativos se va a presentar en pocas ocasiones.
El rechazo de Hungría hacia Von der Leyen
Viktor Orbán califica de "floja" la gestión de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. "Los últimos cinco años han sido probablemente los peores cinco años de la historia de la UE", dijo el futuro presidente del Consejo.
La propia Von der Leyen siente, a su vez, una profunda aversión por el jefe del Gobierno húngaro y sus simpatizantes de derecha nacionalista en la UE. "Quieren pisotear nuestros valores y quieren destruir nuestra Europa", advirtió Von der Leyen durante la campaña electoral europea.
El Parlamento Europeo ya cuestionó el año pasado la idoneidad del Gobierno húngaro para ejercer la presidencia del Consejo de la UE. El Parlamento ha criticado duramente a Hungría en repetidas ocasiones, sobre todo por sus falencias en materia de Estado de derecho. Será interesante ver qué intercambios verbales mantendrá Viktor Orbán con los eurodiputados en el salón de plenos como presidente del Consejo de la UE.
(ms/rml)