Vinos de etiqueta
9 de agosto de 2006Los vitivinicultores alemanes están felices con el tórrido verano que hasta hace dos semanas tenía convertido a este país en un paraje estival que en nada tenía que envidiar a las cálidas regiones mediterráneas. Las expectativas para la cosecha 2006 son excelentes y hay quienes predicen que los mostos de este año serán superlativos. Pero no todo lo que se asoma en el horizonte tiene color de rosa. Ocurre que, en virtud de negociaciones comerciales con Estados Unidos y de los excedentes en la producción vinícola europea, la UE tiene en carpeta una amplia reforma del mercado del vino.
Simplificación de rótulos
En vista de que la competencia se volverá más dura, en Alemania ya se comienzan a tomar algunos recaudos. Por ejemplo, el ministro de Agricultura, Horst Seehofer, anunció cambios en la denominación de origen Mosel-Saar-Ruwer, que pasará a llamarse simplemente Mosel (Mosela). Por otra parte, los vinos alemanes que hasta ahora llevaban la etiqueta de "Qualitätswein mit Prädikat" prescindirán de explicitar que se trata de un mosto de calidad para limitarse a la rotulación "Prädikatswein".
Este concepto engloba a los vinos germanos de nivel superior, que deben cumplir determinados requisitos en cuanto a calidad de las cepas. En esta categoría se encuentran, por ejemplo, los vinos de selección, los de cosecha tardía (late harvest) y los de la especialidad conocida como "Eiswein", elaborada con uvas que han estado sometidas a las primeras heladas.
"Código de honor"
Estos cambios, adoptados a pedido de los vinicultores, entrarán en vigor a partir del otoño del año entrante. Aunque apuntan a facilitar a los vinos de la región competir en los mercados, no se trata aún de un adelanto de las disposiciones previstas en la reforma que se llevará a cabo en el marco de la Unión Europea. Ésta prevé, por ejemplo, la autorización de métodos utilizados en otros países, como el de agregar a los mostos virutas de madera, para simular el envejecimiento en barricas.
Tanto el ministro Seehofer como los productores alemanes temen que semejantes medidas, dirigidas a liberalizar la competencia en este área, atenten contra la calidad de los vinos alemanes. Por eso han acordado elaborar un "código" especial que, en definitiva, sería como un sello de calidad para los vinos con "Prädikat". Quienes asuman dicho código, garantizarían que no emplean procedimientos como el de las virutas. Los vinicultores, en tanto, ya han abandonado la idea de imponer una "norma de pureza" para los vinos germanos, por considerarla utópica. En cambio, con este código, podría al menos dotarse de un distintivo a los vinos superiores, que representan entre el 20 y el 25% de la producción de Alemania.