Virólogo: "No se puede culpar a México por la gripe porcina"

La Universidad de Bonn desarrolló una prueba rápida que puede confirmar la infección del virus de gripe porcina en el transcurso de unas horas. Las pruebas de laboratorio convencionales toman más de dos días, pero las clínicas necesitan información más rápida para el diagnóstico y tratamiento de pacientes con sospecha de infección. En estrecha cooperación con la Universidad de Marburgo, que trabaja en el desarrollo de una vacuna, así como la Universidad de Friburgo y una empresa de biotecnología de Berlín, el equipo dirigido por Drosten desarrolló la prueba rápida en el transcurso de unos días. El experto cuenta con que tendremos la vacuna en el lapso de unos tres meses.

Drosten, considerado el descubridor del virus del SARS (Síndrome Agudo Respiratorio Severo), relata que cuando se produjeron los primeros reportes sobre un virus nuevo en México, se percató de que se trataba de algo serio. Su equipo consiguió el genoma del virus y empezó a trabajar de inmediato en el desarrollo de una prueba rápida para su detección. El virólogo enfatiza que no se puede culpabilizar a México de haber manejado mal la emergencia, pues dados los síntomas leves, nadie podía imaginarse que detrás de un dolor de garganta o de cabeza estaba un nuevo virus.

¿Cómo se diferencia el virus de la fiebre porcina en México del virus del SARS? ¿estamos ante un virus más peligroso aún?

Estos dos virus son completamente diferentes. El virus del SARS enfermó a los infectados de inmediato y de gravedad y por eso era tan llamativo. El nuevo virus de gripe porcina parece no enfermar de gravedad a las personas, de manera tal que puede estar uno infectado sin percatarse de ello, con síntomas muy leves. Por eso creemos que el virus de gripe porcina tiene un potencial de contagio mayor que el virus del Sars. También parece más difícil contener la propagación del virus a través del aislamiento.

El virus del Sars enfermaba a las personas muy rápidamente en un momento en el que el contagio no era tan alto. Primero se enfermaban y luego expelían el virus. En la influenza es al revés. Primero el cuerpo del infectado elimina al virus y luego se enferma la persona. Eso hace muy difícil establecer medidas de asilamiento para contener la propagación de la epidemia.

¿Cuál es el tiempo de incubación de este virus de influenza? ¿Es posible que ya esté presente en todo el mundo?

Si se comporta como otros virus de Influenza, entonces los primeros síntomas aparecerán en unos cuantos pacientes después de una semana, pero en la mayoría de los casos aparecen los primeros síntomas en el lapso de unos tres días a partir del momento del contagio.

¿Tiene usted una idea sobre porqué este virus ha sido mortal en México y en otros países no?

Mi impresión personal es que hay más casos de contagio en México de los que se reportan o son registrados.

¿Cree usted que hay una deficiente atención médica?, a final de cuentas Tamiflú es un medicamento muy caro.

Es cierto, pero por otra parte hay que recordar que este virus no enferma demasiado a quien se contagia. No es tan importante ahora que todos los pacientes reciban Tamiflú. Más importante es estar alerta porque algunos pacientes pueden desarrollar una infección pulmonar tras la infección con el virus y en estos casos lo importante es que sean tratados con antibióticos, pues muchos pacientes infectados de influenza mueren, pero a raíz de la infección pulmonar.

¿Es cierto que las personas jóvenes han enfermado de gravedad porque su sistema de inmunidad no sólo ataca el virus sino también el tejido pulmonar?

Es cierto que el sistema de inmunidad de la gente joven es más fuerte, pero esa probablemente no es la razón por la cual la mayoría de las víctimas en México resulta ser gente joven. La gente joven se infecta más que las personas mayores y los niños porque tiene más contacto social, son más activos y por ello están más expuestos a una infección.

¿Tendremos una pandemia parecida a la “Gripe Española” de 1918, que mató a millones de personas?

No creo que se produzca ese escenario y por una razón muy sencilla. Hoy en día podemos tratar una infección pulmonar resultante de la infección del virus. Tenemos antibióticos, con lo que podemos impedir que se produzca la cantidad de muertos que se registró aquel entonces. Adicionalmente tenemos Tamiflú y Relenza. Todos estos medicamentos no existían en 1918. Por eso no creo que esta epidemia se convierta en la pandemia mortal que se vivió entonces.

¿Ve usted alguna similitud entre la Gripe Española y la Influenza de hoy?

Sí, al igual que en 1918, el virus que tenemos ahora se propaga provocando una enfermedad leve. Entonces parecía inofensiva y se expandió rápidamente. En una segunda ola de infección, de pronto el virus se volvió letal. Eso podría pasar con este virus. Por otra parte, hay que recordar que en el pasado ha habido dos casos de infecciones virales en Estados Unidos. También fueron virus comunes en el cerdo que saltaron al ser humano. En ambos casos fue detenida la epidemia. Hay que ver lo que sucede en Nueva York, si se expande el virus ahí o no. En una semana tendremos más claridad.

¿Hay interés por parte de otros países en tener esta prueba rápida desarrollada por usted?

Esta prueba rápida no estará disponible a la venta en las farmacias, sino que está destinada a los laboratorios. Aquellos laboratorios que ya están haciendo pruebas para detectar el virus son los destinatarios de esta prueba rápida que estará accesible a todo el que se interese por ella. Nosotros nos limitamos a divulgar la fórmula, los ingredientes no son caros. La fórmula la distribuiremos de manera gratuita. No la hemos publicado pero los institutos con los que trabajamos, también extranjeros, serán los que recibirán la información primero.

Francia propone que la Unión Europea suspenda los vuelos a México. ¿No es demasiado tarde para ello?

Es difícil decirlo, si consideramos que la mayoría de los contagios han tenido lugar en México o a través de viajeros que han estado allí. No sabemos bien cuántos casos de infecciones se han producido realmente pues es muy difícil distinguir este virus de otras enfermedades. En el momento en que comenzó la epidemia en México nadie se imaginó que podría ser un nuevo virus. Si eso hubiera sucedido en Alemania, nos hubiera pasado lo mismo, que no nos habríamos percatado del surgimiento de un nuevo virus en el transcurso de varias semanas. Casos de dolor de garganta, de fiebre no apuntan a una enfermedad mortal. Es después de unos días cuando un laboratorio de pronto se percata de que detrás de esta infección hay algo nuevo. Y así es como sucedió en México. Por ello yo insisto en que no se les puede recriminar a las autoridades mexicanas que no detectaron el virus a tiempo. Era un virus nuevo.

En México el número de muertos aumenta día con día, pero la OMS tiene una cifra oficial mucho más reducida. México necesita urgentemente su prueba rápida.

La prueba rápida no resolvería el problema. Hay que decir que si hay 150 muertos y se hace una prueba de laboratorio aleatoria que confirma el virus en uno de los muertos, entonces puede usted dar por descontado de que todos fueron víctimas del virus. Es decir, no tiene que buscar el virus en todas partes, por una sencilla razón: una gran parte de las víctimas mortales no murió como consecuencia del virus sino como resultado de una segunda infección, una infección bacteriológica. En el momento de su muerte muy probablemente el virus había ya desaparecido.

Hace mucho que la OMS advierte de la inminencia de una pandemia. ¿Está el mundo mejor preparado que antes para enfrentarla?

Ha habido dos importantes “simulacros”. Uno de ellos fue la infección con el virus SARS, que fue el más importante de cara a una pandemia. Si no hubiéramos tenido el SARS, nos encontraríamos ante un desafío. La otra experiencia importante fue la gripe aviar, en la que se pusieron en práctica muchas experiencias adquiridas durante los tiempos de el SARS. Y por eso estamos muy bien preparados.

Autora: Eva Usi

Editora: Emilia Rojas Sasse