Ébola en África: "Ya no podemos ni saludarnos"
19 de octubre de 2014Deutsche Welle: ¿Cómo perciben y califican las personas de los países afectados la lucha contra el ébola?
Helena Humphrey: Todos saben porqué luchamos contra el ébola. Cuando hablo con la gente en los diferentes pueblos y les pregunto porqué cooperan en la lucha contra el virus, en general, me dan respuestas concluyentes. Dicen cosas como “para protegerme a mí y a mi familia, a los habitantes de los países occidentales, para que el ébola no se pueda seguir expandiendo”. Además, quieren evitar que la economía sufra más de lo que ya está sufriendo. Por ejemplo, se cancelan vuelos y se cierran agencias de viaje. Como consecuencia de ello, bajan los salarios y muchas personas ya no ganan suficiente dinero para pagar su comida. Una persona una vez me dijo: “Esta epidemia es una tortura, divide a las personas y las mata. Ya no puedo salir a la calle como antes, no puedo visitar a mis amigos y saludarlos como acostumbramos hacerlo en África”.
Usted es portavoz de la misión contra el ébola del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en África Occidental. ¿Cómo califica las medidas de lucha contra la epidemia en Guinea?
Admiro el trabajo de nuestros colegas en Guinea. En toda la región, han sido entrenados 4.000 voluntarios para unirse a la lucha contra el ébola. Ellos se encargan de darles un entierro digno a las víctimas, de desinfectar las casas, brindan apoyo social y rastrean y controlan a las personas que estuvieron en contacto con enfermos de ébola. Van de puerta en puerta, de pueblo en pueblo para asegurarse de que la gente entienda qué es el ébola y cómo puede protegerse a sí misma y a sus familiares. Aquí en Guinea, los voluntarios de la Cruz Roja realizaron más del 97 por ciento de los entierros.
¿Qué medidas de seguridad se deben adoptar? ¿Cómo se maneja la crisis del ébola en África Occidental?
Aquí, el brote del ébola lo determina todo. En la capital de Conakry uno no puede ir a ningún lado sin lavarse las manos y medirse la temperatura. Aquellas personas que están directamente en contacto con los enfermos o que organizan los sepelios no hacen nada sin su traje de protección.
¿Nos puede dar un ejemplo de cómo la epidemia del ébola afecta la vida cultural en Guinea?
En los países musulmanes de África Occidental se celebra la fiesta del sacrificio llamada Tabaski. Es un evento fantástico en el que todos se reúnen para cocinar y comer juntos. Este año, las personas no podían darse la mano o abrazarse como de costumbre. Aquí en Conakry uno se tenía que lavar las manos antes de reunirse en las plazas para rezar. Después del sermón, no pudimos darnos el habitual abrazo. Debemos enseñarle a la gente que por amor y respeto a los demás es necesario que prescinda de algunas prácticas culturales mientras luchemos contra el ébola.
Las barreras culturales han resultado ser un gran problema en la lucha contra la expansión del virus. ¿En Guinea se han podido romper esas barreras?
En la Cruz Roja trabajamos con personas de comunidades locales que después regresan a sus pueblos y hablan con sus líderes religiosos y los ancianos. Ellos les explican qué es lo que hacemos y porqué lo hacemos. Cuando organizan los entierros, por ejemplo, deben suspender algunas ceremonias tradicionales. Para la gente con una fuerte convicción religiosa y cultural, esto es difícil de entender. En muchas comunidades de África Occidental, las mujeres se encargan de lavar y vestir a los difuntos. A ellas también les tenemos que explicar porqué no pueden seguir haciéndolo. De esta forma, la Cruz Roja ha logrado llegar a 2,2 millones de personas y explicarles las razones.
Helena Humphrey es portavoz de la misión contra el ébola del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en África Occidental. Actualmente, se encuentra en la capital de Guinea, Conakry.