1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Éxodo en la era de la globalización

Claudia Herrera Pahl23 de marzo de 2004

Crece el número de empresas alemanas que optan por trasladar su producción al extranjero con el fin de reducir sus costos. La ampliación de la Unión Europea podría impulsar aún más esta tendencia.

https://p.dw.com/p/4pFM
Fábrica de teléfonos móviles Siemens, en Brasil.Imagen: Siemens

Gran polémica desataron las recientes declaraciones realizadas por el presidente de la Confederación de Cámaras de Industria y Comercio de Alemania (DIHK), Ludwig Georg Braun, en el sentido de aprovechar la ampliación de la Unión Europea para trasladar parte de la industria alemana al extranjero en donde la producción es mucho más barata. Este consejo le ha valido fuertes críticas por parte de sindicatos y también del gobierno socialdemócrata alemán. El canciller Gerhard Schröder le ha calificado de algo así como un "vendepatrias".

La polémica se centra más en la forma en la que se ha dado el consejo, abiertamente y en voz alta, porque en realidad la industria alemana hace tiempo que comenzó a deslocalizar su producción. Los grandes consorcios automovilísticos alemanes, por nombrar un sector, hace décadas que vienen levantando sus plataformas industriales en países en vías de desarrollo, en donde la mano de obra es mucho más barata que en Alemania y en donde cuentan con condiciones más propicias para sus negocios.

El dinero no tiene patria

¿Realmente los consorcios abandonan Alemania en busca de ganancias a corto plazo, como acusan los sindicatos, o es que la producción en Alemania es realmente cara? La industria alemana y sus representantes critican desde hace años los altos costos que imperan en el país. El presidente de la Confederación de la Industria Alemana (BDI), Michael Rogowski, ve en el traslado de la producción de las empresas alemanas al extranjero la única alternativa para mantener la competitividad en un mercado globalizado.

En varios sectores de la economía alemana se registra una dinámica de deslocalización desde hace meses. Empresas del sector de informática y servicios empiezan a encargar trabajo en países de Europa oriental o Asia. Tan sólo en el sector tecnológico se desplazaron 70.000 puestos de trabajo de Alemania al extranjero en 2003. Empresas de informática como IBM o SAP encargan ahora programar su software en la República Checa, en Rusia, China, India o Filipinas.

Las fuerzas de la globlaización

El problema de los costos de producción no se limita sólo al sector de tecnología, sino que es válido para todos los segmentos que se fabrican en serie en Alemania. El grupo industrial Siemens anunció recientemente que planea trasladar empleos de Alemania posiblemente a Hungría. Se trata de 2.000 de los 4.500 puestos de trabajo que tiene en el sector de la telefonía móvil.

Mientras que los representantes de la industria y del gobierno debaten acaloradamente el verdadero significado del patriotismo, el éxodo de la producción continúa. La globlización significa, según las frías pero objetivas leyes de la economía, no sólo reducción de costos para mantener la competitividad, sino también el traslado de la producción a aquellos mercados donde existe demanda, y la verdad, es que éstos no se encuentran por el momento en Alemania.