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Adolescentes alemanes: ¿hartos de comprensión?

Mirra Banchón16 de abril de 2007

Cuarenta jóvenes de entre 12 y 17 años ofrecen un panorama del alma adolescente alemana. Sueñan con llegar a ser súper estrella, temen al desempleo. ¿Los padres? Demasiado comprensivos.

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Lo tienen todo y emigran hacia su interior.Imagen: AP

Entre el cielo y el infierno viven los adolescentes alemanes actualmente, asevera un estudio: por un lado sueñan con ser una estrella de los medios y por otro tienen un miedo profundo al desempleo y al sistema y el panorama laboral alemán. Lo tienen todo: todo lo material y toda la comprensión de los padres; y por ello no saben contra qué rebelarse. Tampoco para qué sirven o por qué luchar.

¿Son cuarenta representativos?

Un grupo demográficamente representativo de cuarenta jóvenes entre los 12 y los 17 de todos los estratos sociales ha puesto su psique a disposición de Rheingold, un instituto privado especializado en estudios de mercado basados en exámenes psicológicos profundos. Para lograr estos resultados, cada entrevistado se acuesta entre dos y tres horas en el diván. Un equipo de unos doscientos psicólogos diplomados pondrá, después, sus palabras en la balanza. Profesión, ingreso, estado civil, edad, credo: todos los datos de los padres se encuentran a disposición del instituto, de tal manera que el grupo entrevistado sea verdaderamente un corte transversal de la sociedad.

Palabras y puntos de vista claros es lo que los jóvenes desean de sus padres; no que vayan con ellos a la discoteca ni que se vistan como ellos. "Esto es un proceso bastante novedoso", explica a DW-WORLD Thomas Kirchmeier, portavoz de Rheingold. La generación que se lanzó de lleno a la Loveparade de Berlín era totalmente diferente: en los años noventa se trataba de vivir y gozar el aquí y el ahora.

Dickes Kind
Se pierden en el consumoImagen: dpa

La preocupación por el futuro, por lo que pueda traer el mañana llegó a la conciencia de los adolescentes a través de la discusión política de las reformas laborales del gobierno del canciller Gerhard Schröder; su fantasma son las cifras de desempleados. "La inseguridad en las cajas de pensiones y las aseguradoras, el resquebrajamiento de las constantes de seguridad de la sociedad germana ha llevado a la generación actual a crearse un muro impenetrable", resalta Kirchmeier añadiendo, "piensan en su futuro pero no saben hacia dónde ir".

Los padres de hoy

"Los padres de hoy son demasiado comprensivos", explica Kirchmeier. La generación del 68 la pasó mejor en el sentido de que contaron contra qué rebelarse. Unos padres conservadores y de principios claros ofrecían una superficie contra la asestar duros golpes. Por el contrario, los de hoy en su afán de comprender a sus vástagos, de ofrecerles todo lo que esté a su alcance, logran de sus hijos un calificativo de "bastante amables", pero con ello les niegan a sus hijos la posibilidad de crecer a través del conflicto. La búsqueda del consenso, de boga entre los padres alemanes de todas las clases sociales, lleva a los chicos a una emigración interior.

Las últimas generaciones alemanas

Los años setenta se enfrentaron al conservadurismo del fin de la era Adenauer, organizaron la revolución sexual y se lanzaron a las barricadas. En los años ochenta se sumergieron en el materialismo: "lo podemos adquirir todo" era su lema. Los años noventa se enfrentaron a la fría indiferencia de los muchachos, que vivían un carnaval permanente. Después de los atentados del 11 de septiembre surgió la generación de los "biotopos cariñosos": pequeños grupos que conformaban un sucedáneo de familia, la armonía perfecta. Apareció, entonces, la necesidad de salir a protestar, pero… ¿contra qué? Los adolescentes tienen la sensación de que los adultos quieren acallarlos, cumpliéndoles todos sus deseos. Eso es, en realidad, no tomarlos demasiado en serio. Pero, ¿salir a la calle con pancartas de "no a la comprensión"?

Dieter Bohlen
Dieter Bohlen, el padre ideal de los adolescentes alemanesImagen: AP

"La comunicación con los adolescentes debe cambiar", afirma Kirchmeier, "para evitar ese ensimismamiento de los jóvenes". El concurso de talentos Lluvia de estrellas tiene tanto éxito también porque su moderador en Alemania, Dieter Bohlen -un cantante de dudosa calidad y controvertido historial- jamás se va por las ramas, cuando se trata de decir "vete a la casa, no sirves para esto". El que Bohlen pueda decir claramente "tu voz es una basura" lo ha convertido en el padre ideal de la nueva generación. ¿Quiere decir esto que la adolescencia alemana actual dice no a la comprensión y sí al autoritarismo? ¿No será más bien que sienten rechazo a la tibieza y una necesidad de estructuras claras?